CAMPO BRAVO

María Antonia de la Serna, la ganadería con la que se ‘hizo torero’ José Tomás: 50 toros y novillos para 2023


sábado 24 diciembre, 2022

La de María Antonia de la Serna es una de las ganaderías más especiales de nuestro campo bravo con una procedencia única.

Maria Antonia Serna
Toro de María Antonia de la Serna de la pasada temporada. © Pablo Ramos

En plena Sierra de Madrid se encuentra la ganadería de María Antonia de la Serna, una divisa con procedencia Santa Coloma, pero con un toque inconfundible Vega-Villar, uno de esos hierros que ya son considerados joyas genéticas dentro de las ganaderías de bravo. Hoy visitamos la finca ‘El Bosque’ para conocer de primera mano a una ganadería con sello propio.

Es una vacada que esconde un tesoro más allá del encaste de donde procede y que está estrechamente ligada a los inicios de una de las mayores figuras del toreo que ha dado la Fiesta. En estos pagos madrileños, José Tomás tentó en un gran número de ocasiones cuando no tenía en cima los focos de la fama. Era una época donde el de Galapagar luchaba por cumplir un sueño, el de ser figura máxima.

Jabonero Serna 1
Otro toro de María Antonia de la Serna de la pasada temporada. © Pablo Ramos

Un José Tomás que de becerrista eligió este hierro para curtirse al lado de su abuelo antes de romper en novillero. Una ganadería que conocía y en la que pudo evolucionar como torero en una de las épocas más bonitas de su vida torera, unos momentos donde los defectos salían a la luz por su escaso bagaje, ese que con el tiempo fue tornándose en oficio y madurez delante de unos animales que exigían lo mejor de su toreo.

Un torero ligado a un hierro que comenzó su andadura allá por los años 80 al comprar 25 cabezas y un semental de Santa Coloma al Marqués de Valdueza. Esa procedencia Dionisio Rodríguez, con algún aporte de la rama Vega-Villar le ha dado unas señas de identidad bien definidas a una vacada con identidad propia y que le dio un nombre que ahora siguen peleando por mantener. Un legado que defienden a capa y espada en esta casa.

Serna
Astado de María Antonia de la Serna de la pasada temporada. © Pablo Ramos

Acaba una temporada que, pese a la alta competencia reinante y unos precios -en muchos casos- a la baja, han dificultado que muchos ganaderos puedan lidiar. Afortunadamente en esta casa la cosa no se dio mal: «De aquí han salido unos cincuenta animales entre calles y plazas, machos, porque hembras no lidio. Antes lidiaba, pero como valen tanto los permisos ya no lo hago. Fue un año difícil y complicado, pero al final pudimos salvarlo», explica José Ignacio Llorens, marido de María Antonia de la Serna.

Toca mirar a 2023, una temporada donde los astados de María Antonia de la Serna seguirán anunciándose tanto en festejos populares como en corridas y novilladas, para ello se remata una camada que invita al optimismo: «Para este año tenemos más de 20 utreros, el cual es un número idóneo para el momento que estamos pasando. Luego hay 12 toros cinqueños que quedaron del año pasado, son animales para cualquier tipo de plaza, ojalá podamos darles salida».

Vaca Serna
Vacas y becerro de María Antonia de la Serna. © Pablo Ramos

Una ganadería que sigue al pie del cañón defendiendo a un tipo de toro como este, ese que es el que gusta en ‘El Bosque’ y por el que van a seguir apostando. Un hierro que mantiene un buen número de cabezas pese a una pandemia que invitaba a reducir ganado: «Ahora mismo tenemos en torno a 190 vacas madres, sabemos que un número muy importante de vacas, pero de momento no me planteo quitar vacas, no quiero malvenderlas», añade Llorens.

Astado Serna
Otro astado de María Antonia de la Serna de la pasada temporada. © Pablo Ramos