Fue en la plaza segoviana de Riaza y fue en una novillada muy completa. Martinete, con el hierro de Torrealba, se convertía en el primer animal en regresar a la dehesa La Roblicita, en los campos salmantinos donde pastan estas reses, procedencia Torrealta.
Pocos minutos después de volver a corrales comenzaban las primeras curas, destinadas a limpiar las heridas producidas por la puya y las banderillas a Martinete, un novillo, según el ganadero «muy completo de principio a fin». Así define Alberto Revesado al animal, que se comportó «de forma muy brava en todos los tercios, pero sobre todo tuvo mucha clase desde su salida para colocar la cara en las telas y empujar siempre para adelante. Para nosotros es un orgullo y nos hace mucha ilusión, ya que es el primer indulto que tenemos con este hierro, y por supuesto que volverá para casa, se curará y a padrear».
El indulto de Martinete, para Revesado, no es sólo un reconocimiento al animal, sino que para la familia Revesado es «un premio a una temporada muy regular, que es lo que buscamos en casa. Poco a poco se van consiguiendo pequeñas metas y eso te da un impulso bárbaro para continuar trabajando con fe y con ilusión sobre lo que creo que es una base muy buena».
Mañana Martinete volverá a someterse a curas intensivas para que no se infecten las heridas, que se cerrarán en unos días para convertirse en el rey de La Roblicita.