TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
Dio todo un ejemplo el pasado sábado en Las Ventas de cómo echar adelante la tarde cuando la corrida no termina de romper. Cortó Juan Leal una oreja a la corrida de Pedraza de Yeltes, y aunque lo de menos o lo de más sea el premio, la imagen mostrada es la de un torero con valor, que hizo de tripas corazón en los momentos difíciles y que interpretó el toreo en curva con plena personalidad.
Enhorabuena por el triunfo, ¿cómo estás?
La primera noche la pasé con bastante dolor, pero ya estoy pensando en los próximos compromisos.
Fue una tarde de entrega y de mucha verdad con una corrida con la que había que apostar. Ya en el inicio de faena, pusiste la plaza real y literalmente en pie.
Sí, eso es lo que busca uno, que cuando te vistas de luces, te entregues de forma máxima. Luego, aparte de cómo embistan los toros, quiero entregarme e intentar hacer lo que realmente me gusta.
Luego fue desarrollándose una faena en la que el animal tuvo el son de los anteriores: fue el mejor del encierro pero no terminó de romper un animal con el que te echaste encima, algo que emocionó a Madrid.
Sí, poco a poco va calando el concepto, pero más que montarme encima, lo que más me llega es intentar hacer el toreo en curva, de adelante hacia atrás: intentar enganchar los animales y llevarlos lo más atrás posible. Eso es sinónimo de entrega máxima. Eso es lo que realmente me llena como torero.
Y los circulares, que gustaron.
Sí, después de la cornada. Cada uno tenemos nuestra personalidad.
¿Pensabas que ibas tan herido?
No sabía nada. Me dolía, pero uno nunca sabe el alcance de una cornada. Mi deber era quedarme en la plaza.
La próxima en Nimes.
Sí, la corrida de El Torero el día 7 de junio. Me hace mucha ilusión. Espero poder estar presente. Veremos a ver si podemos aligerar los plazos de recuperación. Hablan de unas tres semanas, pero estoy a la espera de los resultados de un TAC porque hay un problema de hueso.