Talavante no se quedó atrás y al compás de los «olé» del respetable saludó al segundo de la tarde. En la faena de muleta, el extremeño decidió iniciarla por estatuarios, extremadamente ceñidos y con algún que otro pase cambiado por la espalda. Variedad e inspiración en aquel pinturero inició. Siguió con un toreo de mano baja ya fuera del tercio. Poder y dominio con los que se lo envolvió abajo, levantando al público de sus asientos. Al natural, aquella poderosa muñeca izquierda actuó con suavidad y temple. Sin embargo, tras aquellas primeras tandas de intensidad y calado, paró para dosificar la embestida y llevarlo de uno a uno, con un trazo limpio y largo. Le dio tiempo y sitio y siguió por el derecho, el pitón del toro, por el que se lo envolvió por abajo en una tanda ligada en la que no había principio ni final de muletazos. Culminó por manoletinas y el de pecho para después fallar con el acero.
EL PUERTO DE SANTA MARÍA
El mejor Talavante, en su faena al segundo en El Puerto: el acero arruina una obra de triunfo grande por naturales
domingo 3 agosto, 2025
Al natural, aquella poderosa muñeca izquierda actuó con suavidad y temple: así hemos narrado la obra del extremeño.

Foto: Méndez