El pasado lunes una triste noticia inundaba el mundo del toro: «El matador de toros mexicano Rafael Ortega sufría un desmayo mientras preparar la competición de triatlón en la que iba a participar en Estados Unidos«, una pérdida irreparable para el mundo del toro en un país, México, donde Ortega fue considerado uno de los toreros más importantes de la década de los 90 que destacó por su gran versatilidad con los palos, su variado toreo de capa y su entrega en la faena de muleta.
Como bien informó el compañero Emilio Méndez, «Rafael Ortega se encontraba en estado crítico e intubado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la citada clínica a la espera de que su cerebro respondiera después de que sufriera un desmayo, el pasado jueves nadaba en la piscina tras salir a correr como acostumbraba en una estancia de hotel junto a su familia y sus hijos, que iban a participar en una prueba de triatlón este domingo».
Uno de esos espadas que sintió su pérdida fue el granadino David Fandila ‘El Fandi’, amigo personal de Ortega y compañero muchas tardes en plazas mexicanas: «No tengo palabras para describir este vacío, muchas tardes compartidas, grandes momentos vividos junto a usted y su familia. Mucho ánimo y todo mi cariño en estos momentos a la familia y seres queridos. Siempre estará en nuestros corazones. D.E.P. Maestro…«, un torero que compartió tardes de toros junto al mexicano al otro lado del charco.
Dos diestros que entablaron una gran amistad que fue más allá de los ruedos. Rafael, torero que alcanzó su cima en los años noventa, se caracterizó por su gran variedad en todos los tercios, un espada que desde muy chico siempre tuvo la ilusión de ser figura del toreo en su país y poder dar el salto a Europa, algo que consiguió con mucho esfuerzo y determinación. Un matador que tenía gran conexión con el público y que consiguió triunfos sonados en plazas de toda la República Mexicana.
Rafael Orteca, casi un millar de corridas de toros en una carrera que rozó los 20 años de alternativa
Debutó como novillero en la Monumental Plaza México el 4 de octubre de 1987, tomando la alternativa en el coso “El Relicario” de la ciudad de Puebla, el 23 de diciembre de 1990, actuando como padrino a Manolo Arruza y como testigo a David Silveti ante toros de Reyes Huerta. Un espada que conformó dicha alternativa en la Monumental Plaza de toros México el 23 de septiembre de 1993. Un torero que no confirmaría alternativa en España hasta la entrada del siglo XXI, concretemante el 24 de junio de 2001 ente toros de la divisa gaditana de Los Derramaderos.
Se retiró de los ruedos en 2013 tras una exitosa campaña del adiós, llegando a hacerlo en la Monumental Plaza México, coso donde cortó un rabo en una tarde histórica para él. Sin embargo en septiembre de 2014, por medio de un comunicado, hizo saber que no se retiraba y que seguiría vistiendo de luces, retirándose finalmente el 8 de octubre 2019 en Tlaxcala para dedicarse a la vida como empresario y en la política en una carrera donde llegó a torear 984 corridas.