La plaza de Melilla se inauguró oficialmente el 6 de septiembre de 1947, un cartel donde estaba anunciado junto a Gitanillo de Triana y Pepín Martín Vázquez que iban a lidiar toros de Santa Coloma-Joaquín Buendía. La tragica cornada sufrida en Linares, una semana antes, impidió la presencia del Monstruo en la puesta de largo de La Mezquita del Toreo que finalmente fue inaugurada en la misma fecha por Domingo Ortega, Gitanillo de Triana, Luis Miguel Dominguín y Agustín Parra ‘Parrita’.
Los primeros trofeos en La Mezquita del Toreo fueron para Domingo Ortega que cortó las dos orejas, rabo y pata de su primer oponente; Luis Miguel Dominguín cortó dos orejas con dos vueltas al ruedo en su primer toro y fue herido por el séptimo de la tarde, siendo, por tanto, el primer torero herido en el coso africano.
Antonio Ordóñez, Litri, Manolo Vázquez, Juan Mondeño, Rafael De Paula, Paco Camino, Jaime Ostos, Miguelín, Pepe Luis Vázquez (hijo), El Soro, Víctor Méndez, Manzanares Padre, Espartaco, Pedro Gutiérrez Moya ‘Niño de la Capea’, Emilio Múñoz, Dámaso González, Enrique Ponce, Jesulín de Ubrique, Ortega Cano, Morante de la Puebla, Rivera Ordóñez, Julián López ‘El Juli’ o rejoneadores como Ángel Peralta o Diego Ventura, son, entre otros muchos, algunas de las figuras del toreo que han toreado en Melilla a lo largo del tiempo.
Uno de los grandes festejos celebrados en Melilla fue el 6 de septiembre de 1969, una corrida organizada por Manuel Benítez ‘El Cordobés’ que además toreó y cortó cuatro orejas y un rabo, actuando junto a Victoriano Valencia y Palomo Linares que paseó cuatro orejas. Todo ello frente a toros de Gavira.
El sobrenombre de La Mezquita del Toreo fue puesto por el periodista Gregorio Corrochano.
El coso taurino de Melilla se construyó en estilo neobarroco. Está construido con piedra del territorio y ladrillo tocho para los muros de carga y vigas de hierro y tejas rojas para el tejado. Dispone de planta circular, con un único anillo en dos plantas y tres entradas monumentales, a las que se llega tras subir unas escalinatas o rampas para salvar el desnivel. Tiene un aforo de 8.000 espectadores.
Es una de las ocho plazas de toros repartidas en el Continente Africano y la única activa de cuantas persisten en África y que están levantadas en países como Marruecos, Argelia o Mozambique.