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Se les olvida poner el pestillo en el burladero en un encierro y ocurre lo que no esperaban


domingo 23 julio, 2023

Un animal estuvo a punto de sembrar el pánico tras levantar uno de los burladeros colocados en la calle.

Toro Pestillo
El toro derriba el burladero. © Twitter

Al igual que siguen aumentando los festejos destinados a celebrarse en las distintas plazas de toros, ya sean becerradas, novilladas con caballos, novilladas con caballos, corridas de toros o de rejones, también lo hizo de forma exponencial los llamados festejos populares entre los que se encuentran todas sus variantes. Uno de esos lugares donde está tremendamente arraigado este tipo de cultura taurina es en la Comunidad Valenciana.

Sin ir más lejos, en 2020 se celebraron 700 festejos populares en la zona del levante español. En 2021 fueron 1750 y este pasado año se han llevado a cabo unos 9000, aproximándose a las cifras de prepandemia. Sin duda, estos datos demuestran el crecimiento de un tipo de festejos que tiene cada vez más demanda en nuestra piel de toro. El Levante español es la zona en la que está más enraizado este tipo de actividades: allí la suelta de toros aumenta cada día, de ahí que queramos conocer la opinión de gente versada en la materia.

Un tipo de festejo que entraña su riesgo, para ellos los distintos ayuntamientos tienen muy en cuenta la propia seguridad de los mismos, dotando de empalizadas y troneras a las calles por donde se hace la suelta de los animales. En algunos casos, la fuerza del toro bravo acaba haciendo añicos esas zonas de seguridad, provocando momentos de tensión como el vivido el pasado año en Mocejón (Toledo).

En la mayoría de los casos se suceden los festejos sin ningún problema, pero hace pocas fechas pudimos ver en redes sociales cómo un animal bravo levantaba un burladero tras no poner el pestillo a dicho burladero. El animal levantó el mismo y estuvo a punto de provocar una tragedia, algo que afortunadamente no se dio. El colorado, astado con gran cuajo y presencia, acabó abandonando el lugar gracias a la rápida intervención de uno mozo con un capote.