El toledano Tomás Rufo ha cumplido este viernes el primero de sus tres paseíllos en la Feria de San Isidro. Y ha saldado con nota su cita con los toros de Victoriano del Río al lado de Roca Rey y de Emilio de Justo. Así hemos contado la vibrante faena al bravo sexto:
El sexto ya auguraba buena condición en la capa de Tomás Rufo, y lo evidenció tanto en la entrega en el peto como en el capote lidiador de Andrés Revuelta. Muy importante, de nuevo, Fernando Sánchez en su par, en el que el toro le hizo hilo. Fue ovacionado junto a Sergio Blasco. Muleta en mano, Rufo se fue a terrenos del 5 a comenzar una obra en la que la arrancada de Alabardero, brava y de humillado viaje, propició un toreo de cante grande en las dos primeras series por el derecho del de Pepino. Con el mentón hundido, embebiendo el trazo, imponiéndose a la condición de un gran y bravo toro. Al natural también se rompió Tomás ante el completo toro. Dándole tiempo cuando perdía las manos, buscando el pitón contrario, y sellando el toreo eterno de mano baja. Una obra en la que sabía que estaba acariciando la gloria, en la que solo con pulsear el engaño se arrancaba con codicia el funo, al que domeñó por doblones de sabor en el epílogo de faena y un desdén de ensueño. La lástima fue el doble pinchazo antes de la estocada, lo que evitó el doble premio.