El quehacer diario en una ganadería brava es mucho más complicado de lo que parece a simple vista. Trabajar con animales bravos implica tener una gran pericia, una confianza plena en el caballo y el valor necesario para solventar situaciones complicadas y arriesgadas. Eso pasó en la ganadería jiennense de Joaquín García, divisa situada en plena Sierra Morena, allí donde los españoles lucharon contra los franceses de Napoleón en la Guerra de Independencia.
Ahora en esta zona hay ganado bravo, animales que preservan la flora y la fauna de un lugar nada fácil para andar con ellos por lo escarpado de muchas zonas. Aquí los vaqueros y mayorales se baten el cobre ante unos animales que han sabido adaptarse al medio y que ponen en serio peligro su integridad cuando pintan bastos. Hay que recordar, que el animal bravo muchas veces puede resultar imprevisible; pese a ello, en la mayoría de las ocasiones avisa por su expresión corporal de su estado de ánimo.
En este reportaje emitido en Canal Sur se ve cómo uno de los vaqueros tiene que jugarse el pellejo para separar a un becerrito de su madre. Éste tiene pocos días de vida, aun así, corre como un gamo detrás de su ella. Ésta, consciente de aquello, no deja que el vaquero se acerque. La vaca en estos momentos tiene un comportamiento imprevisible, de ahí que sea fundamental jugar con las querencias del animal. Y así se consiguió separar a ambos: la madre se arrancó tras uno de los caballos, posibilitando así dejar al becerro aislado.
Son faenas de mucha complicación por lo escarpado del terreno y por la agilidad del pequeño animal. Una faena que se hace siempre jugando con las querencias y con el instinto de acometer del animal. Así se consigue encelar al animal con los caballos y posibilitar que uno de los vaqueros bajase del caballo para acrotalar al becerro. Una vez terminada esta labor, volverá junto a su madre en el hato de vacas.
Son faenas que requieren de la pericia de todos los vaqueros y ayudantes del mayoral, más si cabe en fincas de este tipo donde puede perder pie el caballo en cualquier momento. Gracias a los compañeros de Toros para Todos los aficionados pueden conocer un poco más del día a día en una ganadería de bravo.