Morante de la Puebla, tras lidiar al segundo toro de su lote en Madrid, señaló al micrófono de OneToro que “le está costando trabajo a la corrida. Mi primer toro echaba mucho la cara al aire, y este no ha roto”, dijo brevemente. Así fueron sus faenas:
“Valedor” se llamaba el primero de Juan Pedro Domecq, un castaño bragado meano de 586 kilos, con caja, número 206, nacido en febrero de 2019 y primero del lote de Morante de la Puebla, que le dio una verónica aislada y luego lo lidió de salida Curro Javier antes de las varas de Pedro Iturralde. Buenos pares de Joao Ferreira, que saludó, y Alberto Zayas. Pleno de gracia el inicio de faena de Morante, que dejó dos trincherazos de sabor, y un molinete a la antigua. Pero empezó a ser brusca la embestida del Juampedro, al que dejó una primera serie por la diestra de buena intención, mas no limpia porque el toro derrotaba. Pero luego acortó obra, inesperadamente. No estuvo tampoco acertado con la espada. Bronca.
“Ollero” llevaba por nombre el castaño cuarto, nacido en enero de 2019, número 213 y de 593 kilos. Embistió brusco en los primeros compases de la lidia, y aunque intentó domeñar Joao Ferreira capote en mano, no rectificaba su condición el voluminoso animal. Buen inicio de faena de José Antonio, ordenando las embestidas de un animal al que llevó despacioso en ese prólogo. Pero le costaba tirar hacia adelante al toro con boyantía. Y luego se vino soberanamente abajo el de Juan Pedro, dejando algún detalle sin más José Antonio. Falló de nuevo con el acero y acabó dejando un feo bajonazo. Silencio.