Morante de la Puebla ha brindado, en la tarde de este 29 de octubre en la localidad gaditana de Ubrique, el último toro de su temporada en la que ha toreado 100 corridas a Pedro Jorque Marqués, su apoderado. Con lágrimas en los ojos, tras banderillear al animal de forma soberbia, se ha acercado al que ha sido su hombre de confianza durante esta importante temporada -quizá, la más importante de toda su carrera, en la que ha celebrado 25 años de alternativa- y le ha dedicado la faena al astado de Carlos Núñez.
Inmediatamente después, un fandango se ha arrancado desde el tendido, y Morante de la Puebla no ha comenzado el trasteo al animal, sino que ha esperado a que éste terminase y recibiese la ovación del respetable. Tras ello, ha prologado faena sentado en el estribo. Arte, torería, entrega, tiempos ecuánimes… en ese inicio de faena por ayudados por alto de Morante. Y el pasodoble «Gallito» que comenzó a sonar. Y el toreo que brotó por la mano derecha en excelsos muletazos por parte de José Antonio: profundidad, estética y lentitud del diestro cigarrero, al que el toro de Núñez le sirvió por ambos lados.
«25 años de arte, 100 tardes de gloria», rezaba una pancarta que se podía ver en el tendido y que habían colocado los mismos seguidores que le hicieron un reconocimiento después del paseíllo por sus cien tardes esta campaña. Brotaron de la muleta de Morante naturales eternos, y el tendido enloqueció con un torero que selló una tarde torerísima, con retazos de toreo de otra época. La lástima fue que no acertó con los aceros y no cortase el rabo, pero paseó el doble premio.
Más sobre la tarde 100 de Morante epilogada en Ubrique
En la localidad abulense de Arenas de San Pedro, Morante iba a hacer su paseíllo número 100 desde que inició temporada en tierras mexicanas, mientras que una semana más tarde en Ubrique iba a ser su corrida de toros número 101, la tarde capicúa de Morante para finalizar una temporada histórica.
Morante de la Puebla es un torero que está fuera de catálogo, considerado por muchos como uno de los mejores toreros de la historia. El de La Puebla del Río se echó el petate de la fiesta a su espalda para realizar una campaña tan larga como importante. Ahí quedan sus faenas de Sevilla, dos en abril y una en septiembre, Madrid en Beneficencia, Pamplona, Zaragoza, Santander, Huelva o Arles. Todas ellas faenas con sello de autor que calaron entre los aficionados, las cuales ya quedaron guardadas en la memoria de los allí presentes.