Morante de la Puebla abrió la tarde en la plaza de toros de La Glorieta con el toro ‘Dulcero’, de la ganadería de La Ventana del Puerto. El sevillano inició su actuación con dos verónicas templadas y una media muy ceñida, antes de brindar la faena a Santiago Martín ‘El Viti’, presente en un palco de sombra. El gesto fue recibido con una ovación cerrada por parte del público.
El Viti es considerado una de las máximas figuras de la historia, especialmente vinculado a Salamanca, su tierra. Tomó la alternativa en 1960 y desarrolló una carrera marcada por la regularidad. Su presencia en los tendidos de La Glorieta fue uno de los momentos destacados de la tarde, especialmente por el reconocimiento que le brindó Morante.
La faena se centró en el pitón derecho, por donde el toro ofreció mayor calidad. Morante mantuvo la lidia en las rayas del tercio, acompañado por el pasodoble que lleva su nombre. A pesar de que el toro se rajó en la segunda mitad, el diestro logró extraer muletazos estimables. La labor no tuvo remate con la espada, al fallar en la suerte final.

