REPORTAJE

Morante y el piso plaza: la justa reivindicación que este año le ha hecho levantar los ruedos de Sevilla o Jerez


miércoles 27 julio, 2022

Morante lleva años vigilando muy de cerca –incluso personalmente- el estado del ruedo en el que va a torear, porque es el escenario en el que se construirá la obra.

Morante
Morante, en un gesto en Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

En lo tocante a Morante de la Puebla, no hay medias tintas. Al sevillano se le ama o se le odia. O se le ama y se le odia a partes iguales, pero nadie es indiferente a su personalidad y a las extravagancias de su personaje. Por eso es tan fácil tildar precisamente de ‘extravagancia’ su obsesión por el estado del ruedo en cada plaza en la que se anuncia, pero es cuando se producen accidentes como el que ha dejado en el dique seco a Manuel Escribano –acaecido en La Línea de la Concepción- cuando las ‘extravagancias’ de Oseantonio se convierten en la defensa personal que hace Morante de cuantos detalles afecten al desarrollo de la lidia.

«No te puedes ni imaginar los problemas que solemos tener con el estado del ruedo en algunas plazas», dice Pedro Jorge Marqués, el apoderado del cigarrero. Y todo ello se debe al empeño de José Antonio en que el estado del piso esté en óptimas condiciones. Y ¿cómo es eso? «Pues ni muy duro, que puede resbalar más el toro» o incluso producirse lesiones como la mencionada de Manuel Escribano, «ni muy blando, que sea una playa y te hundas tú y el toro», explica Marqués. «José Antonio le da mucha importancia a que el piso esté suelto, pero no por manía, sino porque así se agarran mucho mejor los animales y es más fácil que embistan con entrega y sin necesidad de una precaución instintiva«. Ésta sí la tienen cuando el piso está duro, dado que notan cómo se les abren las chitas y hasta pueden llegar a sangrar y a sentir dolor. Y ese puede ser un motivo de comportamiento defensivo y poco propicio para hacer el toreo.

Sin embargo, José Antonio, que inspeccionó en persona y mandó levantar ruedos como el de Sevilla –el día del encierro de Torrestrella– y Jerez, transigió con el ruedo duro del Coliseo burgalés, que «condicionó mucho las corridas de El Capea y El Torero». Por eso no le gusta dejar detalles sin atender; que aparezca de repente el toreo es un milagro, y hay que allanar el camino para que esto suceda.

Esto también explica esa eterna pelea con el desnivel del ruedo de Las Ventas, que tantas situaciones célebres ha provocado con un torero que, además, es capaz de ponerse a regar un albero justo como a él le gusta, como ha demostrado ya en un par de ocasiones en el ruedo de Alicante. «Tanto el coso de Sevilla como el de Jerez quedaron perfectos esta temporada», asegura Pedro Marqués, que se desmarca, sin embargo, de las declaraciones de Manuel Escribano sobre la voltereta de Morante en La Línea.

«El toro cogió a Morante aquel día en la Línea porque le dio con la cadera y lo desequilibró», señala el apoderado del cigarrero, «creo que la voltereta no tuvo nada que ver con el estado del piso».

«Con el piso duro, el toro se resbala más. El piso duro es mejor para el torero pero José Antonio prefiere que el piso sea mejor para el toro, aunque se prejudique; con su inteligencia, que no la tiene el toro, puede desarrollar su labor y el toro la suya», concluye Marqués.