Morante y Rafaelillo se unirán en agosto en un cartel con un hierro ‘de batallas’, el de Miura, y en una plaza especial: será en Linares, la tierra de una de las máximas figuras del toreo como fue Palomo, un torero que desde su alternativa en Valladolid en 1966 puso el nombre de esta localidad jiennense en todo lo alto. Pero Linares tiene unida a su historia a otro torero que marcó una época en la tauromaquia, un referente para muchos que perdió la vida en este ruedo en agosto de 1947, Manolete.
Este 2022 se cumplirán 75 años de su fallecimiento a manos de ‘Islero’ un toro de Miura que acabó con su vida y que lo elevó de figura del toreo a mito. Ese mito que lidió en más de una ocasión el hierro de Zahariche, con el que obtuvo grandes triunfos y con el que ahora se anuncia José Antonio Morante de la Puebla en esta plaza. Será ese mismo 29 de agosto, como ya hiciera en Sevilla en 2021: volverá a mirar de frente a los ojos de los toros venidos de Lora del Río para intentar escribir otro capitulo más en la historia del toreo.
Junto a él estarán dos toreros de consumada trayectoria. Partiendo plaza estará Rafael Rubio ‘Rafaelillo’; el torero murciano es un consumado especialista en este encaste, conoce a la perfección a los toros de Miura, ganadería con la que se ha anunciado en plazas como Madrid y Sevilla, amén de otras de primera categoría en España y Francia. Cerrará cartel el linarense Curro Díaz, un torero de un corte especial, con un concepto bien definido, el cual le hace ser muy del gusto del aficionado. Tras quedarse fuera de su feria en 2021 vuelve a su plaza anunciado en uno de los carteles de la temporada.
Sigue adelante la diversidad de encastes de Morante
Morante de la Puebla celebró el pasado 29 de junio su 25º aniversario de alternativa, una temporada basada en una diversidad de encastes, de hierros, de variedad de compañeros y de citas en todo tipo de plazas para hacer fuerte al toreo. En este caso será Miura, pero esa diversidad no se queda ahí. Desde los Murube de Castillejo de Huebra, pasando por los Galache de la familia Cobaleda, los Torrestrella de Álvaro Domecq, los Núñez de la familia Lozano marcados con el hierro de Alcurrucén, incluyendo los grises de La Quinta o los siempre esperados de Samuel Flores, la temporada contempla un abanico de encastes muy valorados por la afición.
Linares es una plaza siempre especial, muy marcada para los toreros por todo lo que ello representa. Morante quiere tener un nuevo gesto con la afición y se apuntará a un hierro que no le es desconocido. Tras cortar un rabo el pasado año a un toro de Juan Pedro Domecq en esta misma plaza la expectación está por las nubes.