Morante volvió a hacer una de las “suyas” esta tarde en Alicante. Y es que el torero, uno de los más geniales de la historia de la tauromaquia, se caracteriza por su espontaneidad y por su personalidad en el ruedo, delante del toro… y también fuera de su cara. En este caso, en Alicante, volvió a coger la manguera para ayudar al personal de plaza a regar el ruedo de la ciudad levantina, como ya hiciese en la Feria de Hogueras de la temporada 2015.
El diestro, como se pueden ver en la imagen de nuestro compañero Ángel Calamardo y en el siguiente vídeo del periodista Salva Ferrer, regó la parte del ruedo alicantino que estaba más seca entre las miradas atónicas de los aficionados y de los propios trabajadores de la plaza de toros.
En cuanto a su tarde, dejó una obra arrebatada a su primero, un toro de Juan Pedro al que saludó hasta con dos largas cambiadas de rodillas; tras ello, dejó una obra de momentos de temple. Hubo momentos de muchos quilates. El acero no entró, además, certero, lo que propició “solamente” una ovación en ese abreplaza. Una ovación también saludó Morante en el cuarto, un animal deslucido y al que le faltó entrega; una entrega que sí tuvo Morante para dejar, de nuevo, detalles toreros durante toda la lidia pero sin premio final por la condición del toro.
Por otro lado, el lunes 27 de junio, Morante comparecerá con una corrida de Antonio Bañuelos al lado de Manuel Díaz ‘El Cordobés y Cayetano en Burgos; el miércoles próximo, hará el paseíllo junto a Diego Urdiales y Juan Ortega con un encierro de El Torero en el mismo escenario.