CAMPO BRAVO

Morante elige ubicar su nueva finca en la cuna brava de otro torero histórico: el misterio de ‘Malvaloca’


lunes 13 noviembre, 2023

Morante seguirá los pasos de un espada al que siempre admiró y que dio cobijo en esta zona sevillana a su ganadería de bravo.

Morante
Morante de la Puebla, en un patio de cuadrillas. © Luis Sánchez Olmedo

Morante de la Puebla ha sido uno de los protagonistas de estos últimos días sin necesidad de hacer el paseíllo. El sevillano se ha convertido en noticia por la adquisición a través de Fermín Bohórquez del hierro de Pérez de la Concha. Un sueño que tenía desde hace tiempo y que pudo cumplir gracias a la intermediación del rejoneador y ganadero jerezano. “El hierro de Pérez de la Concha lo he comprado yo, pero el dueño es Morante de la Puebla”, comentaba el propio Bohórquez hace unos días en una tertulia en el municipio ciudaderaleño de Almodóvar del Campo.

Una ganadería que tendrá sangre Núñez, concretamente del hierro de Alcurrucén, una de las divisas más prestigiosas del campo bravo ubicada entre el triángulo que conforman los términos municipales de Villamartín (Cádiz), Espera (Cádiz), Las Cabezas de San Juan (Sevilla) y Utrera (Sevilla), una zona eminentemente agrícola en la que no faltan fincas ganaderas de gran importancia como “La Cobatilla”, “Ruchena” o “El Toruño”.

A esos nombres se les suma ahora el de “Malvaloca”, finca donde el diestro de la Puebla del Río comenzará un proyecto ganadero muy cerca de “Gómez Cardeña”, el sueño ganadero de Juan Belmonte que dio cobijo a su vacada de procedencia Gamero-Cívico. Un proyecto que compaginó con su faceta como matador de toros, algo que también hará el torero de La Puebla del Río y que ya venían haciendo con anterioridad otros espadas.

Morante seguirá los pasos bravos de Juan Belmonte

Morante Belmonte
Morante y Juan Belmonte. © LSO

Por lo tanto, José Antonio seguirá los pasos de un espada al que siempre admiró y que dio cobijo en esta zona sevillana a su ganadería de bravo, una joya desconocida para la mayoría que guarda celosamente los recuerdos del Pasmo de Triana. Una finca con más de 1.300 hectáreas en la que se encuentra un cortijo puramente andaluz donde Juan vivió sus últimas horas de vida antes de fallecer. “Gómez Cardeña, el “Sancta Sanctorum” que soñó Juan Belmonte, sigue conservando el espíritu que le imprimió un genio del toreo. Y de la vida”, escribió en su día el recordado Fernando Carrasco en las páginas de ABC.

Muy cerca del cuartel general del torero sevillano se encuentra el término municipal de Utrera, cuna del toro bravo. Tras Vistahermosa, Cabrera y Vázquez llegaron muchos otros nombres que siguieron con el legado en tierras utreranas, consolidándose la tradición en el siglo XIX con nombres como Juan Domínguez ‘El Barbero de Utrera’ (Utrera, 1778 – 1834). Un camino que nos ha llevado hasta el día de hoy, donde gran parte de la cabaña brava tiene sangre Vistahermosa.

“El toro bravo es el resultado de la selección realizada gracias a la inteligencia del ser humano, que da como resultado un animal que es único en el mundo. Y en esa creación Utrera desempeña, sin lugar a dudas, un papel crucial, el toro bravo es patrimonio utrerano”, comentó Antonio Cabrera Carro en los micrófonos de COPE Utrera hace ya algún tiempo, unas declaraciones que dejaron claro la importancia de Utrera en el mundo de la tauromaquia.