La vida de Manuel Lara “Larita” siempre ha estado ligada al mundo del toro. Su amor por este animal le llevaron muy de niño a querer ser torero, comenzando a ir a sus primeros tentaderos junto a su amigo Iván de Aguilar, con el que compartió “tapia” en numerosos tentaderos. Una tarde, en Lucena, le partieron un brazo y comprendió que lo suyo no era torear. Ahí fue cuando comenzó como ayuda de mozo de espadas con los chavales de la Escuela Taurina de Córdoba, una etapa que le sirvió para ir poco a poco cogiéndole el pulso a una labor que requiere de enorme dedicación.
Más tarde acompañaría a espadas y novilleros cordobeses, llegando a completar posteriormente dos temporadas seguidas junto al extremeño Ginés Marín. Pero la gran oportunidad de su vida se le presentó en agosto de 2015, una historia que contó hace unos años en el Círculo Taurino de Córdoba y que recogió el blog La Montera de Ladis: “Yo me había embarcado en la compra de una furgoneta porque muchos toreros no tenían vehículos para los desplazamientos y pensé que era una buena inversión. Para la festividad del 15 de agosto, como todo el mundo estaba instalado y no había libres ni furgonetas, me contrata para ir a Francia un novillero llamado Andrés Roca Rey”.
“Ese día, a las seis de la mañana el mozo de espadas no se presenta porque el hombre está indispuesto. Vamos a su casa a recoger las cosas y en Francia hago yo de mozo de espadas. Después torea el domingo en Navas de San Juan y vuelvo a ir con él. Entonces al miércoles siguiente el propio torero me llama y me dice que soy su mozo de espadas titular”, comentó en el citado coloquio.
Larita, en las filas de Roca Rey desde 2015
Larita entró a formar parte de la cuadrilla de Roca Rey en el verano de 2015 con tan solo 22 años de edad. A pesar de su juventud atesora una gran experiencia, ya que desde 2009 ha actuado como ayuda o mozo de espadas con matadores de toros y novilleros como: Alejandro Talavante, Curro Jiménez, Julio Benítez “El Cordobés”, Javier Antón, Antonio Ferrera, José Garrido, El Cid, Lama de Góngora, Ginés Marín o Lagartijo entre otros, como bien se hace saber en la web del espada peruano.
“Andrés es mi amigo y lo paso mal viendo como se la juega cada tarde. Es muy responsable y se entrega a tope. Estoy muy feliz con él porque aparte de ser mi jefe es mi amigo” finalizó comentando el mozo de espadas egabrense, un joven que lleva más de un lustro acampanando a una máxima figura del torero como Andrés Roca Rey, sin duda, el torero con mayor tirón taquillero del momento.
Sin duda alguna, un mozo de espadas es alguien muy importante para un torero, ese que comparte sus alegrías y penas, su tristeza y su éxito, que vive los mejores y los peores momentos de un diestro: desde una tarde de puerta grande en una feria de relevancia hasta un aciago instante en un hospital tras una cornada. Por eso Roca Rey le dedicó una de las instantáneas este año a Manuel Lara ‘Larita’, su inseparable mozo de espadas. «Siempre al lado mía», expresaba Andrés en sus redes sociales allá por septiembre de 2021.
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