Llevamos algún tiempo viendo cómo los paseíllos, pocas veces, comienzan a la hora estipulada especialmente en plazas de primera y segunda categoría, bien porque alguno de los actuantes no esté listo debido a un retraso a la hora de llegar al patio de cuadrillas o por la entrada masiva -y tardía- de público a los tendidos del coso en cuestión. Estos dos factores derivan en un retraso que no gusta nada a los equipos presidenciales, los cuales deben sacar el pañuelo blanco a la hora fijada para el comienzo del espectáculo.
Dicho retraso también es una falta de respeto a todos aquellos aficionados que sí ocuparon con tiempo su localidad en la plaza, esos que ven como la corrida se retrasa por los dos factores indicados anteriormente. Este es uno de los factores que hace que la corrida se demore en su inicio y provoque que no acabe bajando de las dos horas. Por todo ello este medio ha querido consultar a dos presidentes de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla para saber como evitar este retraso sistemático en el comienzo de los festejos y si hay alguna sanción para aquellos que llegan con el tiempo justo al patio de cuadrillas.
Un retraso a la hora de llegar a la plaza que se debe a diversos factores, estando entre ellos el atasco en las grandes ciudades o la cantidad de aficionados que los esperan antes de entrar a la plaza para saludarlos, hacerse una fotografía o pedir un autógrafo. Por todo ello deberían ser los propios espadas aquellos que, conscientes de este tema, salgan con tiempo suficiente del hotel para conseguir estar con el tiempo suficiente en el patio de cuadrillas y no arriesgarse a una posible sanción.
Tanto José Luque Teruel como Fernando Fernández-Figueroa son tajantes sobre este tema, ambos se ciñen al reglamento taurino andaluz (Comunidad Autónoma donde ejercen de presidentes) y a la Ley 10/1991 de, 4 de abril, sobre las potestades administrativas en materia de espectáculos taurinos. En su artículo 17 recoge una multa económica (Sanción por Falta Leve) cifrada entre 5.000 pesetas (30,25 €) y 25.000 pesetas (150,25 €) para aquellos que no cumplan con la misma. “Se trata infracción leve que conlleva multa económica cuando no están en el patio de caballos con 15 minutos -al menos- de antelación a la hora de prevista para el inicio de la corrida” nos comentaba Figueroa.
«Según el reglamento hay que estar como mínimo 15 minutos antes de la corrida en la plaza»
Luque Teruel también iba en la misma línea sobre un tema que deja lugar a dudas. “Según el reglamento hay que estar como mínimo 15 minutos antes del comienzo del festejo, de lo contrario hay multa económica a aquel que se retrase”, pero José iba incluso más allá sobre este tema. “A mi en Sevilla nunca me ha ocurrido como presidente que una corrida quede en mano a mano por el retraso injustificado de un espada, aunque en la práctica esto último sería conveniente que no ocurriera, se empezaría un poco más tarde, cuando llegue el retrasado, anunciándolo siempre al público por megafonía” explicó.
Pese a esta multa leve, pocas veces se lleva a cabo por la laxitud de aquellos que tienen que tomar esta decisión, algo que reconoce el propio Figueroa. Unos retrasos que hace tiempo que se convirtieron en costumbre con el consiguiente problema que esto acarrea. “Esto no es bueno para nadie, y menos para los presidentes que estamos atacados cuando no llegan a su hora y se retrasa todo. Nosotros tenemos la obligación de empezar la corrida con estricto cumplimiento del horario y estos retrasos nos lo ponen muy difícil” nos explicaba Fernando Fernández-Figueroa.
“Nosotros esperamos un poco para que salga el toro para preservar el derecho de los espectadores a ver el espectáculo íntegro, sin otros espectadores de pie impidiéndoselo. También tengo que decirte que en Sevilla sacamos el pañuelo cuando el reloj marca la hora anunciada, es decir, a la hora en punto” insistía un Luque Teruel que sí reconoce que algunos espadas retrasan su salida al ruedo cuando los alguaciles ya han hecho el despeje de plaza. “Ese tema es muy importante, a mí me parece que el retraso del que hablamos es una de las sanciones más justificadas, ya que condiciona el comienzo del espectáculo que siempre debe ser puntual” finalizó.