Después de una gran actuación con el segundo de la tarde, primero de su lote, el sevillano Borja Jiménez sufría una horrible cogida, de impactantes imágenes, en la que el toro lo prendió por el pecho y lo zarandeó de forma muy fea, estrelándolo, además, contra el suelo al soltar la presa.
El percance, que parecía terrible y dejó sobrecogida a la afición valenciana en los tendidos, resultó ser, afortunadamente, mucho menos de lo que parecía, y las noticias que aportaba Onetoro desde la enfermería de la plaza hablaban de un seri varetazo, pero sin herida por asta de toro. Incluso informaba Víctor Soria, hablando con su cuadrilla, de que Borja pedía desde la enfermería que guardasen sus toros, porque quería salir a matarlos en quinto y sexto lugar.