Un día tenía que llegar y ese está aquí ya: hoy no vamos a criticar la labor del presidente, cuyo turno de hoy ocupaba José María Fernández Egea. Había abierto feria, y no con mucho acierto, el presidente de hoy, pero este sexto festejo del abono isidril tuvo una impecable actuación junto a sus asesores -que nunca se llevan tampoco la culpa de quienes protestan-. Anduvo comeido, midió muy bien la condición de los toros, equilibró protestas con el Reglamento y juzgó como minoritaria una petición de oreja para Paco Ureña en el segundo de la tarde que no pereció gozar de excesivos pañuelos para respaldarla.
Pues, así las cosas, hoy se pudo contemplar en el tendido 7 una pancarta de buen tamaño donde se leía con toda claridad: «Egea, fuera del palco». Bien es verdad que el motivo de su presencia allí era el error del señor presidente el primer día de feria, al conceder la segunda oreja a Alejandro Talavante, que le abría una Puerta Grande bastante baratita. No deja de ser curioso que sea hoy, cuando mejor está el presidente, cuando aparece la mencionada pancarta en el tendido.