Con el quinto toro, un cárdeno muy en el tipo de Buendía, llegó una soberbia actuación en el tercio de varas. La firmó Francisco Ponz ‘Puchano’, que acertó en la misma yema con ese animal arancando en la distancia. Tanto que fue la generosidad de Román, su matador, la que lo colocó en la misma boca de riego para que lo citase el piquero..
Fue una actuación destacadísima en una corrida donde no se estaba luciendo a los animales en el caballo, por lo que fue obligado a saludar el picador, aunque el tercio de varas protagonizado bien pudo ser acreedor a que sonase la música en el ruedo valenciano, o incluso a una diana floreada del maestro Soro.