El campo bravo esconde joyas genéticas que le dan sentido a una Fiesta tan plural como diversa. En un ecosistema como este se dan cita distintas especies que protegen la biodiversidad de la misma. Un paraíso para los sentidos donde conviven dos encastes en peligro de extinción. Allí las ganaderías de Monteviejo y Victorino Martín comparten cercados en unas grandes extensiones de terreno en la siempre ganadera Extremadura.
La ganadería de Monteviejo, que toma su nombre de la finca en la que se encuentra la explotación, es una apuesta de Victorino por participar en la recuperación de un encaste histórico en la ganadería española, el de los “pataslancas” que crearan a principios de pasado siglo José Vega y los hermanos Villar en tierras salmantinas.
Sería en 1995 cuando Victorino Martín, padre e hijo, compran la mitad de las hembras con más de tres años de la ganadería de Barcial. Fueron 83 vacas, de las que 63 estaban paridas, 26 con hembra y 37 con macho. En total, 146 reses a las que añadieron como semental el eral Cornicorto herrado con el número 62. Esta nueva ganadería fue inscrita en la Unión de Criadores de Toros de Lidia con el nombre Monteviejo, el mismo que la finca madre de la ganadería de saltillos.
Diez años después, concretamente en 2005, se incorporan a la ganadería reses del mismo origen Vega-Villar (rama Encinas) adquiridas a Francisco Galache. Ya en 2018 Victorino Martín y Antonio Ferrera adquieren, a partes iguales, el lote que la ganadera Caridad Cobaleda heredó de su tío Francisco Galache de Hernandinos en 2004, de encaste Vega-Villar. Un total de 50 vacas cada uno y tres sementales para Antonio y dos para Victorino.
Con esta adquisición el objetivo no era otro que el refrescar la ganadería de Monteviejo con animales de pura procedencia Vega-Villar, recuperando así pelos perdidos como los berrendos en colorado. Una apuesta arriesgada que cinco años después parece haberle dado la razón con la aprobación de hembras que han ligado muy bien en la casa. Ahora el camino se trata con otra cara al ver que este refrescamiento ha conseguido aquello que buscaban.
De los toros seleccionados para el festejo de cortes no hay ningún astado berrendo en colorao, pero sí tres berrendos en negro, otro de pelo negro y un quinto ensabanao capirote, uno de los pelos más espectaculares de la ganadería. Cinco novillos que tendrán la oportunidad de demostrar la sangre que llevan dentro en un festejo donde se le exigirá que den todo de ellos mismos pese a no ser picados ni banderilleados.
Así son los novillos de Monteviejo para el concurso de cortes de Valladolid el próximo domingo. Variados de capas, fiel a su encaste Vega Villar y con expresión seria se enfrentarán a ellos los 20 mejores recortadores del momento y que se llevará a cabo el próximo domingo 7 de mayo con la presencia —entre otros— de Eusebio Sacristán ‘Use’, Pablo Martín ‘Guindi’, Jonatan Estébanez ‘Peta’, Javi Daganzo o Paquito Murillo.
Los animales seleccionados son los siguientes: 2 Gandiosillo, 3 Gamberro, 23 Fibrionito, 24 Coleterón y 60 Batanero. Cinco animales de buenas hechuras que saltarán a un ruedo donde sus hermanos del encaste Albaserrada ya han dado tardes de gloria en corridas de toros. Ahora le toca al segundo encaste de la casa demostrar que pasan la prueba del festejo de cortes para ganarse un puesto en novilladas, rejones o corridas de toros los próximos años.