CAMPO BRAVO

La nueva apuesta de la ganadería de Jandilla: dedica 309 hectáreas al cultivo del olivar superintensivo


miércoles 3 enero, 2024

La entrada del olivar superintensivo ocupa una gran parte de la finca "Don Tello", donde pastan los toros del mítico hierro de Jandilla.

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Toros de Jandilla con los olivares superintensivos tras ellos. © J. J. Diago

La finca “Don Tello”, situada en el término municipal de Mérida, es una de las explotaciones ganaderas más afamadas de nuestro campo bravo, un lugar que gracias a sus conexiones a través de la Ruta de la Plata pone a tiro de piedra ciudades como Salamanca, Sevilla o Madrid. Allí desde hace varios decenios se asienta el proyecto ganadero de la familia Domecq, ese que anda marcado a fuego con la estrella de cinco puntas.

La vacada fue constituida en 1930, en la finca “Jandilla”, donde continúa hoy en día, por Don Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, con vacas y sementales del Marqués de Tamarón y del Conde de la Corte, ambas de procedencia Parladé y casta Vistahermosa. Desde su fundación a su muerte en 1975, fue dirigida por don Juan Pedro Domecq y Díez, y hasta 1982 se lidió con el hierro de Veragua.

En 1978, poco después de la muerte de don Juan Pedro Domecq y Díez, las nueve décimas partes de la vacada fueron transferidas del hierro de Veragua al actual y comenzó a lidiarse con el nombre de “Jandilla” en 1983. Desde 1975 a 1986 fue dirigida por su hijo don Fernando Domecq y Solís, y a partir de 1987, al fundar don Fernando su propia ganadería, la dirección es ejercida por su hermano don Borja Domecq y Solís. Tras el fortalecimiento de este, en marzo del 2020 se hizo cargo de la misma su hijo del mismo nombre.

Una finca ganadera con una orografía muy variada

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Otra imagen de toros de Jandilla con los olivares superintensivos tras ellos. © J. J. Diago

Esta es una finca ganadera con una orografía muy variada, teniendo zonas llanas destinadas a distintos tipos de cultivo, otras más onduladas y quebradas donde se asientan los distintos cercados de la misma. “Estamos muy cerca de Mérida, concretamente en la carretera de que va de Mérida a Alange, a escasos 7 km de Mérida, un sitio privilegiado a orillas del río Guadiana” comentaba a los compañeros de Tierra de Toros.

Don Tello es una finca que tiene parte de riego y parte de dehesa, lo que ellos consideran una finca mixta. Es la que guarda los toros de saca y los machos de la ganadería. “Aquí solamente tenemos los machos, porque al final no hay una gran extensión de dehesa, estamos hablando de aproximadamente 350 hectáreas. Todo lo que son los machos de saca están en cercados independientes mucho más reducidos, y después el resto es donde vamos distribuyendo los erales, añojos… esos que durante parte del verano aprovechan la rastrojera de la parte más baja de las fincas destinadas previamente a labor”.

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Otro toro de Jandilla.

Una finca donde no se encuentran las hembras, que pastan en la finca “Los Quintos” situada en el término municipal de Llerena, también en Badajoz. La de Mérida cuenta con amplios cercados, corrales y plaza de tientas, un lugar perfectamente amoldado para aquello que piden las hembras de la casa. Allí se hacen las labores de saneamiento, tentaderos, herraderos… pasando los machos herrados a la finca principal una vez se lleva a cabo el destete.

Desde hace algún tiempo se buscó darle una vuelta de tuerca a la finca, sabiendo que era fundamental buscar aquello que podía dar una rentabilidad al medio plazo, por eso se implementaron zonas de olivar superintensivo, concretamente 309 hectáreas de una finca muy bien estructurada. Según podemos leer en la web Extremadura 21. La finca Don Tello en principio tenía autorizadas, por resoluciones de 18 de febrero de 1976 y de 11 de diciembre de 1978, dos concesiones con destino al riego de 57,9872 y 277,0000 has a favor de Señorío de Bariaín, SA. En diciembre de 1998, Vegahermosa, SL, adquiere la finca a Señorío de Bariaín, SA.

Por parte del Órgano de cuenca y los nuevos propietarios acuerdan llevar a cabo la regularización de las concesiones. Mediante el presente proyecto se pretende realizar una reconversión de la vocación productiva de la finca, la cual ha venido siendo principalmente la cría de ganado de lidia, para transformar los cultivos anuales a cultivo de olivar en diferentes densidades, procediendo igualmente a modernizar el sistema de riego existente hacia un sistema de riego por goteo.

La superficie de riego será de 331,0522 hectáreas, de las cuales 309,1894 hectáreas se destinarán al cultivo de olivar y 21,8628 hectáreas al cultivo de cereal. Se aumenta la superficie de riego solicitada, ajustando las dotaciones finales a 3.610,334 m3/ha-año para el olivar y 1.571,500 m3/ha-año para el cereal, lo que supondría un consumo total anual de 1.150.634,3935 m3 se podía leer en dicha web.