CAMPO BRAVO

El ‘nuevo alimento’ para el toro bravo en algunas ganaderías ante la subida considerable del pienso


domingo 11 agosto, 2024

Se trata de una decisión tomada por algunos ganaderos al subir de forma exponencial los gastos de mantenimiento de sus animales bravos

Toro
Un serio astado tras una encina. © Pablo Ramos

Muchos son los ganaderos de bravos que se las han visto y se las han deseado para pasar una pandemia que les dejó tiritando. La falta de ingresos y los importantes gastos que conlleva ser ganadero de lidia obligaron a muchos de ellos a buscar soluciones alternativas para bajar los citados gastos sin que estos afectaran de forma directa a la ganadería en cuestión. Uno de esos cambios tuvo que ver con la alimentación de los animales, la bajada de festejos y la no celebración de plazas de primer hizo que muchos ganaderos volviera a aquellos años en los que el animal se alimentaba básicamente de aquello que daba el campo.

Con esta fórmula los toros no se remataban con pienso, más si cabe cuando muchos de esos ganaderos sabían que los animales no iban a salir al ruedo en plazas de primer orden, es decir, no le iban a exigir un remate como se suele hacer en cosos como Madrid, Bilbao, Pamplona Sevilla o Dax, por poner algunos ejemplos de plazas de primera. Sin embargo, muchos criadores le dieron la vuelta a la cabeza para buscar nuevos alimentos que ayudaran al remate del toro sin ver disparado los citados costes.

Vaca
Una seria vaca brava. © Pablo Ramos

Normalmente, las vacas madres comen de aquello que les da el campo, pero siempre se le complementa con paja o tacos de pienso cuando ese alimento no es abundante en una finca. Por todo ello, tener el campo con abundante comida ayudaba a no tener que alimentar a las vacas con forraje, esto repercutía en una bajada de costes sin que afectara directamente a ese ganado. Respecto a los utreros y los toros de saca, los ganaderos estudiaron nuevas fórmulas para intentar sostener sus negocios, y una de ellas era la posibilidad de alimentar a los toros bravos con la poda de olivos, orujo de aceituna, uva o incluso cítricos.

El alimentar a los toros bravos de esta forma es algo que ya planteó al comienzo de la pandemia Javier Núñez Álvarez, ganadero de La Palmosilla. «El pienso, en muchas zonas, se tendrá que reformular con subproductos como orujo, de aceituna, de viña, de frutos o cítricos«, señalaba un ganadero que ya había lanzado un SOS en uno de los momentos más duros de la pandemia: «La ganadería de bravo vive hoy una situación de tormenta perfecta: COVID+ Desplome de la Facturación+ subidas del 30% de los piensos + sequía extrema + disminución ayudas PAC + incremento de los costes seguridad social + luz + Gasoil + abonos + gobierno antitaurino…».

Mayalde
Un serio toro en un cercado. © Pablo Ramos

Con el paso de los años parece que todo ha ido volviendo a la normalidad con la paulatina subida de los festejos, incrementando de forma notable los festejos menores. Esto ayudó a que muchos ganaderos pudieran sacar la cabeza, algo que duró poco con la subida de las materias primas debido a la guerra en Ucrania. Un momento donde el valor del toro no subía al mismo ritmo que la inflación, algo que arregló la falta de toros tras la reducción de cabezas de ganado en la pandemia. A mayor demanda que oferta se volvieron a equilibrar los precios, esos que hoy en día dan un respiro a los ganaderos y un severo dolor de cabeza a los empresarios.

Vacas Becerro
Una vaca con sus becerros, en el campo bravo. © Pablo Ramos