Salió también sueltecito el tercero de la tarde, animal que se desplazó con temple en el capote de Aguado. Pese a no acabar de romperse con él, el sevillano dejaría varias verónicas toreando con las palmas de las manos y medio capotito. Vibrante fue el inicio de faena al colorao de Juan Pedro, toro que acometió con galope y transmisión. Aprovechó su viaje para dejar un torero molinete antes de presentarla y tirar de un ejemplar que colocó la cara con clase. Aguado se durmió toreando en redondo, dibujó muletazos de pura cadencia, deletreó el toreo ante un juanpedro que respondió con bravura en los trastos. Al natural acarició a Victorioso, ejemplar que todo lo quiso por abajo, llegando incluso a gatear haciendo el avión. Aderezó el toreo fundamentar con un sensacional cambio de mano previo a torerísimos kirikikis, molinetes y remates por bajo que dieron mayor categoría a su obra. Enganchó la embestida de otro toro importante, animal que se redujo en los trastos cuando venía sometido. Faena de pura caricia, de armonía y compás que enardeció a unos tendidos que disfrutaron de una labor tan excelsa como medida. Pero aquello que iba camino del doble trofeo quedó en una vuelta al ruedo tras pinchar al primer intento y salir golpeado en el segundo encuentro.
SEVILLA
Pablo Aguado y una de sus faenas cumbre en Sevilla: una obra de pura caricia que la espada arruina
jueves 8 mayo, 2025
Con el tercero, Aguado se durmió toreando en redondo, dibujó muletazos de pura cadencia, deletreó el toreo ante un animal que respondió en los trastos.

Foto: Porcuna