Pablo Iglesias ha anunciado en la noche de este 4 de mayo, tras no alcanzar los resultados esperados en las elecciones de la Comunidad de Madrid. Es, quizá, el político de la historia reciente que más y con más saña se ha empeñado en dinamitar el toreo. La última vez hace tan sólo unos días durante el debate electoral de Telemadrid, en el que afirmó que «los toros no son cultura, son maltrato». Además, anunció que cerraría el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid si entraba en el gobierno de la CAM.
El que hasta marzo fue vicepresidente del Gobierno ha llegado incluso a comparar el toreo en los últimos meses con el «patriarcado, el machismo y la pornografía». El secretario general de Unidas Podemos ha cargado –como así da fe la hemeroteca– contra la tauromaquia incluso siendo vicepresidente, advirtiendo que aunque es una «manifestación cultural ancestral», también lo es «el patriarcado y el machismo».
Su Dirección General de Derechos Animales tildó este mismo año al toreo de «un negocio de señores de la corte» y una forma de «control masculino sobre la naturaleza»
En enero el Gobierno, a través del Director General de Derechos de los Animales, Sergio García-Torres -cargo impuesto por Unidas Podemos-, tachó al toreo de «un negocio de señores de la corte» y una forma de «control masculino sobre la naturaleza». Lo ha hizo a través de un artículo firmado por García-Torres.
En él, se tildaba a la tauromaquia de «un espectáculo que hoy es solo la caricatura de lo que fue en otra época y del que no queda ya más que la defensa de «un negocio de señores de la corte; señores que viven del dinero público de las diferentes administraciones porque, si dependieran de la venta de entradas, habrían desaparecido hace tiempo», aun sabiendo que es el espectáculo menos subvencionado -si se puede llamar así al 0,00001% de los PGE- de todos los que conforman la baraja cultural de nuestro país.