Tras finalizar la Feria de San Isidro de este año, el programa Clarín de RNE tuvo como invitado de excepción al matador de toros lorquino Paco Ureña, un espada que había saldado su paso por Madrid de forma más que solvente tanto con los toros de Montalvo como con los de Victorino en la corrida de La Prensa. Un torero que pese a todo no volverá a vestirse de luces hasta el 27 de julio en Santander.
En declaraciones exclusivas a Clarín, Paco Ureña reconocía que se había llegado a plantear dejar de «seguir toreando» por la decepción que entraña ver como su esfuerzo no era tenido en cuenta por las empresas. Le dolía no verse anunciado en Benefficencia, en Pamplona y Valencia por Julio —cortó una oreja la pasada Feria—, unos cosos donde se había el ganado poder estar. Pero la entrevista concedida a RNE tuvo a un firme defensor del torero murciano, se trataba de Paco Ojeda, máxima figura del toreo, el cual no se mordió la lengua a la hora de dar la cara por un torero al que se le lleva bastante tiempo ninguneando.
Paco Ojeda, a Ureña: «Paco, enhorabuena, no se puede ser más tío en una plaza de toros, no cabe más grandeza y más honradez»
El diestro de Sanlúcar de Barrameda no se tapó y nada más entrar en antena y saludar cariñosamente a Paco Ureña no dejó pasar la oportunidad de poner los puntos sobre las íes: «El saludo mío ya lo sabe él. Paco, enhorabuena, no se puede ser más tío en una plaza de toros, no cabe más grandeza y más honradez«, comentaba el diestro gaditano como comienzo de una intervención que iría ganando en intensidad pese a la brevedad de las mismas.
Por el tono de voz se le notaba bastante enfadado a un diestro que no quiso pasar la oportunidad dada por Clarín para levantar una bandera en favor de un torero que lleva cuatro corridas de toros esta temporada y que ve muy incierto su futuro: «Lo que es una injusticia es lo que hacen los taurinos modernos de hoy con los toreros como tú» comentaba Ojeda en relación con la figura de Paco Ureña. «No son capaces, no tienen cojones de reconocer los esfuerzos tan grandes como ese tuyo, que lo que hiciste fue jugarte la vida, literalmente. Que no cuenten contigo, eso no tiene por donde cogerlo».
«Que no exista uno de ellos que diga ´oye hay cinco o seis sustituciones y hay un tío que se ha jugado la vida en Madrid, que no ha sido un pueblo de verbena´ … No tienen cojones. Cada vez me da más asco de esto. Cada vez son peores, más malos taurinos«, comentaba el diestro gaditano en una intervención donde —por su tono de voz— se le veía visiblemente cabreado por la situación que estaba viviendo Paco Ureña, es que ni mucho menos es nueva de este año.
Ojeda quiso volver a incidir en la tremenda injusticia que se está cometiendo con el torero de Lorca, un espada que este año no ha pisado los ruedos de plazas de primera tan importantes como Arlés, Sevilla o Nimes: «Vuelvo a reiterarme, un tío en Madrid, con ese tipo de toro, y esos cojones, ¿eso no va a repercutir en nada? ¿Eso se va a quedar ahí? ¿Ya pasó la de Madrid y ya está? Venga ya hombre. De verdad que me cortan y no echo sangre».
«El Rey estaba emocionado con él. Quien no se emocionó ese día allí es raro, se emocionaron hasta las piedras»
Una intervención donde también se le preguntó por como había vivido el Rey aquella tarde, recordemos que Paco Ojeda estuvo como asesor junto a él en el festejo que cerraba la Feria de San Isidro: «El Rey estaba emocionado con él. Quien no se emocionó ese día allí es raro, se emocionaron hasta las piedras», explicaba Ojeda para rematar su breve intervención antes de volver a despedirse del espada murciano.
Ojeda también vivió —en cierto modo— las injusticias empresarias en una carrera que hasta su explosión no fue nada fácil. Tras tomar la alternativa en El Puerto de Santa María el 22 de julio de 1979, no conseguiría conformar alternativa hasta varios años después, concretamente el 25 de agosto de 1982. Más de tres años donde no consiguió que se apagase la llama de su pasión por el toreo, ese que con el tiempo acabó llevándolo a figura del toreo.
Ojeda tuvo a Sevilla como una plaza donde consiguió dos de sus triunfos más sonados. El 20 de mayo de 1979, triunfó como novillero y salió a hombros por la puerta del Príncipe al cortar tres orejas a un lote de Diego Romero. La tarde del 12 de octubre de 1982, también en Sevilla, volvió a salir a hombros, esta vez como matador de toros, tras cortar cuatro orejas a un encierro de Manolo González que estoqueó en solitario.
1983 fue la temporada de su eclosión en Madrid, con dos salidas en hombros como aval tras la Puerta del Príncipe obtenida en Sevilla. Las tardes del 18 y el 30 de mayo acabaron de encumbrar a un torero que consiguió todo aquello que se propuso en una carrera donde nadie le regaló nada y el cual hizo de Nimes su plaza talismán. No volvería a golpear en Madrid hasta sus recordadas actuaciones en 1988 y 1992, dos tardes que volvieron a reverdecer esos laureles del pasado, la del 88 a un toro de Atanasio, seguramente su faena más redonda en esta plaza.