Hoy recordamos uno de esos vídeos de plena emoción pero también de riesgo y de angustia que la vida del toro bravo lleva consigo. Está enmarcado en la localidad madrileña de Valdemorillo, que celebra en pleno invierno su Feria de San Blas y La Candelaria, un serial que no se entendería sin sus tradicionales encierros y sin sus posteriores sueltas de reses en la plaza de toros. El domingo 10 de febrero, coincidiendo con la última de Feria, los sevillanos Manuel Escribano y Pepe Moral actuaron hace cuatro temporadas en mano a mano ante una corrida de Miura, un encierro que había levantado una enorme expectación.
Días antes del encierro fueron desembarcados en los corrales los animales venidos desde Zahariche, una corrida bien presentada y con toros de varias capas. Pero como suele ocurrir muchas veces los animales se dan la cara nada más bajar del camión. Vienen calientes del viaje y lo pagan, bien con los mansos, o con otro compañero. Como ya nos contamos en alguna ocasión, a los toros se les vierte zotal en la penca del rabo para camuflar los olores y no se peguen.
Pero aquí no dio tiempo a ver una pela, uno de los toros golpeó de frente a un hermano que bajaba del camión, dejándolo inmóvil en el suelo y a merced de él. Y animal estaba con la espalda apoyada en el suelo y las cuatro patas hacia arriba, parecía afectado por un golpe que le había dejado muy mermado. Cuando intentó recobrar el equilibrio, su hermano hizo nuevamente por él. La presencia de los cabestros no calmaba a un Miura que a los pocos segundos cejó en su empeño de acabar con su hermano.
Este andaba visiblemente afectado, costándole un mundo recuperarse. Una vez calmadas las aguas se fueron descargando el resto de los toros de cara al encierro y su posterior lidia en la plaza. Un encierro que transcurrió por los cauces habituales hasta llegar a la plaza y ser enchiquerados. Una tarde donde Manuel Escribano paseó un total de dos orejas y salió a hombros tras lidiar cuatro astados de Miura por cogida de su compañero Pepe Moral.
Una corrida bien presentada, con toros entipados aunque de distinta tipología. De juego desigual, bravos en los primeros tercios pero más complicados en el de muleta. Una tarde nada fácil donde Pepe Moral pagó con sangre su entrega siendo firmado el siguiente parte médico: “Cornada interna con trayectoria de 10 centímetros que sufre por encima de la rodilla de su pierna izquierda. Una vez operado ha sido trasladado al Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, donde se valorarán otras posibles lesiones”.