Pepe Moral nunca deja a un lado la «Moral»
que siempre le ha caracterizado Ni en el Corpus sevillano, ni en el verano venteño ni, tampoco, la dejará en la
Resurrección capitalina en la que ya está acartelado. «Me llena de ilusión, y para
mí es mi plaza. Es la que me empezó a ver de novillero, y volver a Madrid un
año más para mí este año es muy importante empezar la temporada en ese escenario»,asegura el sevillano a CULTORO.
Sobre
la responsabilidad por esta en Madrid,
centro de miradas a principio de temporada, Moral asegura que «eso
siempre. Todos los toreros y en cualquier sitio, aunque en una plaza como ésta es muy grande. La responsabilidad es
igual en todos las plazas. Quiero no defraudar, no dejarme nada en el tintero,
sacar todo lo que llevo dentro y afrontarlo con muchísima ilusión. Después de
tantos años sin nada, y ahora verte anunciado un domingo de Resurrección en
Madrid es grande».
El cartel
tiene la lectura de que los empresarios se están dando cuenta de la justicia en
los ruedos. Víctor Barrio, Eugenio de
Mora y Pepe Moral dieron un zambombazo el año pasado. Ese reconocimiento es
positivo de cara al aficionado. «Está claro, ahora los empresarios están
mirando por los que empezamos. Ya era hora. Estamos intentando abrirnos un camino
y entrar en Ferias y en las plazas importantes. Somos el futuro, al igual que
lo son los novilleros. Esto es una cadena y no se puede cortar Muchas veces nos
hemos visto parados pro circunstancias de la vida y muchas veces por nosotros
mismos, pero este año todo va a ser diferente, se están dando cuenta las
empresas que necesitan de los jóvenes y empiezan a tirar de los toreros que se
lo ganan en la plaza y en el ruedo.
Sobre el cartel y la ganadería, Moral asegura que «es muy bonito. Eugenio es un veterano que torea con mucha calidad;
Víctor Barrio es un compañero que lo conocí hace poco y es un tío
extraordinario y gran torero y la ganadería, toreé una corrida en agosto en
Sevilla y tengo fe en ella. El año pasado embistió en Madrid, pero sobre todo a
lo que tengo fe es a mí mismo. Cada uno tiene que poner de su parte porque los
toros no pueden ponerlo todo».