ENFERMERÍA

Nuevo milagro taurino en la dramática semana: el novillero Kevin de Luis acaba ‘sólo’ con siete costillas rotas en Tudela


sábado 29 julio, 2023

El toreo es grandeza, sí, pero como toda actividad humana tiene sus propias miserias.

6 Kevin De Luis Brindis (1)
Kevin de Luis.

En una semana de milagros taurinos, a los percances-simultáneos- de Roca Rey y Cayetano en Santander el miércoles 26, ampliamente difundidos y comentados tanto en medios taurinos como en los generalistas, el sufrido por el novillero sevillano Kevin de Luis  en Tudela el martes 25, apenas ha tenido hueco en la prensa local y los portales taurinos, cuando como los antes mencionados pudo  tener trágicas consecuencias.

El toreo es grandeza, sí, pero como toda actividad humana tiene sus propias miserias. Los sueños de gloria de quienes aspiran a ella vestidos de luces ante el toro se forjan en la afición, la constancia, el sacrificio, el dolor…una criba que deja a muchos, muchísimos, en el camino. Y todo ello en un mundo, una sociedad, en que los valores del toreo no cotizan al alza, sino al contrario.

Roca Rey, máxima  figura,  el torero que revienta las taquillas y Cayetano, torero de estirpe y casta, la misma que le hizo acudir al quite de su compañero a cuerpo limpio, tuvieron su vida al albur del delgado hilo que separa la cogida de la tragedia. Tal que Kevin de Luis un día después en Tudela, cuando en el recibo con el capote a un novillo de Prieto de la Cal este le fue directo al pecho, lo zarandeó y ya en el suelo hizo por él buscándole con saña. Maltrecho se levantó del trance y pudo continuar la lidia de su único novillo en un festejo de seis para seis.

Revisión en la enfermería y viaje de regreso a Sevilla, con el duermevela del dolor en todo el trayecto. Siete costillas rotas como balance, pero el reposo pertinente saltado a la torera para volver a su quehacer cotidiano, que de sueños nadie se alimenta.

Kevin de Luis ya lleva unos años luchando por su lugar al sol del toreo. En su presentación en La Maestranza, junio de 2018, cortó una oreja a un novillo de Pablo de Romero dejando impronta de valor y un bagaje técnico suficiente y con margen de mejora, tal que ocurrió un años después a su paso por Las Ventas. La suya, como la de tantos, es una lucha en la que desfallecer no está en  el guión y la pandemia puso su granito de arena para dificultarlo aún más. El año pasado el propio Kevin de Luis manifestaba que muchas veces torear le ha costado dinero, prueba de esas miserias de la Fiesta antes mencionadas.

Ahora, mientras las costillas rotas se recomponen con el paso de los días, Kevin de Luis seguirá trabajando- como pueda-  y luchando con ilusión para estar preparado cuando llegue la nueva oportunidad de vestirse se luces, con el objetivo del paso a matador de toros en un tiempo cercano.