El pasado 2 de julio, a pocos días del Chupinazo, el periodista Chapu Apaolaza sufría un accidente cuando viajaba en moto que le obligará a ver los encierros de su querida Pamplona desde un lugar distinto al que lo venía haciendo los últimos años. Así lo anunció en su cuenta de Twitter acampanando su texto con una foto desde el hospital. Chapu llegó al mundo el 5 de julio de 1977, de ahí que su conexión con Pamplona fuera inevitable.
Nacido en San Sebastián, Chapu Apaolaza se siente plenamente del sur, teniendo a Cádiz en ese corazón que cada mes de julio late con gran intensidad cuando Pamplona se engalana. Creció en una familia con gusto por la tauromaquia, un mundo que ha defendido a capa y espada durante toda su vida. Le gusta el toro en la calle y en la plaza, corredor asiduo en Pamplona, conoce como nadie sus calles y sus rincones.
Pero este año el infortunio ha querido que no esté presente en el lugar que más le gusta, un 2023, donde no podrá ponerse delante de la cara del toro y disfrutar de la adrenalina que supone ganar toro entre una maraña de corredores que buscan encontrar un sitio privilegiado muy cerca de los imponentes toros que cada día corren por las calles de la capital navarra. Desde que corriera por primera vez un encierro a la corta edad de 15 años, siempre que ha podido no ha dejado pasar la oportunidad de disfrutar de este mundo del festejo popular.
Polifacético donde los haya, el donostiarra fue uno de esos hombres que izó la bandera en pro de una tauromaquia atacada desde todos los flancos. Junto a José Ribagorda y Carlos Herrera fueron de los pocos que en momentos de vacas flacas se jugó la cara por una pasión llamada tauromaquia. Nunca se escondió, como los toreros, cuando hay que cargar la suerte y dejarte llegar al animal a la femoral, porque Chapu conoce desde chico las bondades del toreo, esas que le enseño un padre, amante de las libertades y las tradiciones más oriundas de su tierra y de España, que al fin y al cabo no dejan de ser éstas.
«Mancha de aceite, golpe en moto, hombro fuera, traumatismos, noche de pruebas y a casa. Adiós encierros este año. Mala suerte y buena al mismo tiempo. Gracias a los que me han cuidado. Hay que tener un ángel de la guarda, pero además hay que tenerlo entrenado. Como el mío«, escribía en su cuenta de Twitter tras ese feo percance que lo ha dejado convaleciente y con el corazón hecho trizas.
Por lo tanto, este año, los suyos no sufrían por verlo coger toro, aunque a él sea algo que le llene interiormente. Chapu se ha caído de la convocatoria como aquel año en el que Cañizares se perdió un Mundial por un desafortunado percance con un bote de colonia, ¡Qué mala pata! Ahora tocará verlo desde la barrera, un lugar más seguro, pero no el que quieren ocupar aquellos que tienen el valor para jugar con la muerte.
Mancha de aceite, golpe en moto, hombro fuera, traumatismos, noche de pruebas y a casa. Adiós encierros este año. Mala suerte y buena al mismo tiempo. Gracias a los que me han cuidado. Hay que tener un ángel de la guarda, pero además hay que tenerlo entrenado. Como el mío. pic.twitter.com/ftxaXYMVXI
— Chapu Apaolaza (@ChapuApaolaza) July 2, 2023