El matador de toros extremeño Miguel Ángel Perera ha respondido, en un comunicado, a la sentencia que deniega el derecho a registrar una faena taurina en la Propiedad Intelectual, como solicitaba el recurso presentado por el torero y su abogado, Hugo de Patrocinio, partícipe también del comunicado.
El texto íntegro dice lo siguiente:
Dado el interés público suscitado a raíz de la Sentencia del Tribunal Supremo respecto a si la faena de un torero puede o no inscribirse como obra de propiedad intelectual, manifiesto mi absoluto respeto a las decisiones judiciales. No obstante, no comparto los fundamentos jurídicos esgrimidos por la Sala.
Al igual que mi abogado, Hugo de Patrocinio, sigo manteniendo que la faena de un torero es una obra artística que debiera de gozar de todos los derechos de propiedad intelectual con sus evidentes particularidades, igual que cualquier otra del mundo de las artes. Confío en que algún día así será reconocido por el legislador y/o por los tribunales.
El derecho recogido en un libro
El abogado de Miguel Ángel Perera, Hugo de Patrocinio, es también el autor de un libro que trata el asunto de la propiedad intelectual en las faenas taurinas.
Hugo de Patrocinio también fue novillero y presentó su libro el pasado año 2014, en un acto celebrado en el Aula Magna de la Universidad Pontificia de Salamanca y que contó con la presencia de Santiago Martín El Viti y de Miguel Ángel Perera, que quisieron estar en un acto académico que da marchamo intelectual al arte de la Tauromaquia. Fue Gonzalo Santonja, director del Instituto Castellanoleonés de la Lengua, el encargado de presentar literariamente la obra, más cerca del ámbito jurídico que del literario, puesto que defiende la propiedad intelectual del torero como artista sobre su obra.
Tauromaquia y propiedad intelectual es el título de una obra que se sumerge en un asunto sobre el que existen únicamente dos libros que lo abordan. El propio autor, Hugo de Patrocinio, explicó que la obra parte de una pluma medio torera y medio jurista que defiende que no es lo mismo «ganarse el pan con el sudor de tu frente que hacerlo con el sudor del de enfrente». Defendió, además, que el toreo es un arte distinto con distintas circunstancias y que las demás y, por lo tanto, original y propia de la que se excluye a las cuadrillas. Todo esto no puede excluirse de la protección de la ley.