En un acto que refleja la fusión de cultura, tradición y reconocimiento nacional, el Congreso de la República del Perú, en nombre del congresista Juan Burgos, condecorará al torero Andrés Roca Rey. Esta ceremonia, que se realizará el jueves 9 de noviembre en el Hemiciclo Raúl Porras Barrenechea, no solo será un evento para realzar su prestigiosa carrera, sino también para celebrar el legado cultural que Roca Rey continúa construyendo para el Perú en los ruedos internacionales.
La distinción otorgada a Roca Rey llega en reconocimiento a una carrera repleta de éxitos y al valor cultural que su arte representa. A través de su muleta y espada, Roca Rey ha llevado la bandera peruana a lo más alto, cosechando admiración y respeto en cada una de sus actuaciones. La tauromaquia, se ha convertido para él en una plataforma de expresión de valores como la entrega, el sacrificio, el arte, el valor y la tradición; valores, que están llegando a nuevas generaciones de jóvenes que sin complejo cada vez se acercan más a las plazas de toros.
Andrés Roca Rey se ha convertido en un embajador de la cultura peruana, llenando de orgullo a sus compatriotas cada vez que pisa el albero. Momentos como los vividos en la plaza de toros de Pamplona, donde los cánticos de «Perú, Perú» resonaron con fuerza, y que fueron televisados para el mundo entero, son un testimonio de la pasión que despierta y del vínculo emocional que establece con el público.
El evento no solo honrará la figura de Roca Rey sino también reafirmará la importancia de la tauromaquia como manifestación cultural taurina, una que continúa formando parte del patrimonio cultural inmaterial de muchas comunidades en el Perú.
Este reconocimiento se suma a una lista de honores que Roca Rey ha recibido a lo largo de su carrera, pero lleva consigo una significación especial al ser otorgado por su propio país, que ve en su figura un ejemplo de la excelencia y la tenacidad peruanas.
Con los ojos del mundo taurino puestos en Lima este noviembre, Andrés Roca Rey recibirá una condecoración que simboliza la admiración y el respeto de una nación, consolidando su nombre en la historia del Perú y en la del arte taurino mundial.