Mañana comienza la venta de las entradas sueltas de la feria de Pontevedra con la expectación por las nubes. Si bien es cierto que el cartel había levantado las ilusiones de esta gran afición gallega, el devenir de los acontecimientos en los ruedos los está poniendo por las nubes. Si uno repasa las dos combinaciones puedo observar como El Juli llega como autor de la tarde más redonda de la feria de Pamplona, serial en el que Roca Rey arrasó reafirmando su condición de ídolo de masas.
El diestro peruano ha seguido arrasando cada tarde y su presencia el día seis está señalada en rojo por los aficionados de San Roque, más aún cuando se trata de una auténtica pelea de gallos en la que se medirá a Sebastián Castella y Tomás Rufo. Sebastián, ídolo indiscutible en Pontevedra, vuelve con el aroma de una reaparición asentada en la que su toreo de valor viene acompañado de un poso especial que le convirtió en triunfador de San Isidro. Nadie duda que el francés no querrá dejarse ganar la pelea.
Tampoco lo hará Tomás Rufo, que llega después de impactar en Santander con una tarde en la que demostró su capacidad y temple en dos actuaciones que muestran la largura de su toreo, únicamente dos días después de bordar el toreo de capa en Valencia.
El segundo día de la feria cuenta con la expectación de la vuelta de José María Manzanares, ya anunciada una semana antes y con el alboroto formado por el Juli en Pamplona y la reafirmación cada tarde de su eterna ambición. Abrirá el cartel Morante en una temporada histórica en la que los aficionados gallegos siguen compartiendo con orgullo vídeos de las tardes en las que José Antonio dejó su aroma en la Peregrina.
En el apartado ganadero lidiará Alcurrucén el día 6 con el aval de los continuos éxitos propiciados en el coso gallego y el día 13 volverá Santiago Domecq tras su extraordinario San Isidro. La Peregrina coge fuerza y desde mañana los aficionados acudirán a taquilla con la ilusión de ver dos días muy especiales.