Hablar de Diego Ventura es hacerlo de uno de los rejoneadores más importantes de la historia. Un torero a caballo que nació al otro lado de la frontera, pero que muy pronto se afincó en La Puebla del Río, concretamente en la finca “Rancho El Rocío” propiedad de la familia Peralta. Allí rodeado de caballos fue poco a poco sumando aprendizajes que le ayudaron posteriormente a convertirse en lo que es hoy en día.
“Mi padre le preparaba los caballos nuevos al maestro Ángel Peralta y él, a cambio, le permitiría torear 30 ó 40 corridas por los pueblos” comentaba Diego Ventura sobre la figura de su padre, un hombre que siempre soñó con ser rejoneador y que no dudó en aceptar la propuesta del rejoneador de la Puebla. Con el tiempo sería su hijo el que seguiría la estela del padre: “Siempre tuve presente que quería ser rejoneador. Yo era de los que me hacía el enfermo para no ir al colegio cuando me enteraba de que iban a torear vacas porque lo que quería era montar y ver entrenar a los toreros” comentaba el propio Ventura.
Diego siempre ha sido un hombre constante en su día a día, un rejoneador que nunca ha dejado nada para el día siguiente consciente que para llegar a la cima tenía que ser a base de sacrificio y mucho trabajo. Le costó pisar las plazas de mayor relevancia, pero una vez abierta la puerta nunca dejó que esta se volviera a cerrar. Uno de esos cosos donde dejó su sello fue la plaza de toros de Jerez, un templo del rejoneo donde compartió cartel durante años junto a Fermín Bohórquez y Pablo Hermoso de Mendoza tras el adiós de Antonio Domecq.
Un coso donde se encerró con seis animales el 7 de mayo de 2023, una corrida triunfal donde paseó un total de seis orejas y rabo a animales de Lagunajanda, Núñez del Cuvillo, Fuente Ymbro, Torrestrella, Los Espartales y Fermín Bohórquez. Una tarde triunfal que traspasó la frontera de los medios estrictamente taurinos donde su cuadra rayó a un nivel altísimo ante los seis toros que salieron por la estrecha puerta de chiqueros.
Un triunfo que le ha valido para volver nuevamente este año al coso jerezano. Será el domingo 5 de mayo compartiendo cartel junto a Andy Cartagena y Lea Vicens, dos rejoneadores que han comenzado a un nivel muy alto su temporada. Festejo donde el ganado estará marcado a fuego con el hierro de Fermín Bohórquez, todo un clásico en esta plaza. Se trata, por tanto, de una corrida de rejones de máximo interés por el cartel que lo conforma, ese que dará paso a dos corridas de toros anunciadas para los días 10 y 11 de mayo.