CAMPO BRAVO

El grave problema que puede sufrir un toro bravo si se le echa de comer fuera de su hora habitual


sábado 2 diciembre, 2023

El animal bravo es uy sensible a todos los cambios que se producen en su día a día

Lastrones
Un serio toro. © Pablo Ramos

Siempre es bueno hablar con distintas personalidades del mundo ganadero para conocer ciertos aspectos sobre el toro bravo. Ganaderos, mayorales, veterinarios… todos ellos te pueden dar una opinión sobre aquello que es mejor en el día a día de estos animales. Dos de los más versados en esta materia son Macarena Gallego y Julio Fernández, colegas de profesión que llevan prácticamente toda su vida pateándose las explotaciones ganaderas.

En esta ocasión queríamos saber como se lleva a cabo la alimentación de este tipo de ganado, una especia muy sensible que bien conocen nuestros dos protagonistas de hoy. Según la edad, los animales recibirán una alimentación u otra, teniendo especial cuidado a la hora de suministrársela. La humedad es uno de los problemas graves, teniendo que cambiarse la paja casi a diario cuando llegan los meses de frío y lluvia.

“Los toros son animales de costumbres” nos comentaba Macarena Gallego, ganadera y veterinaria. “Nosotros ahora con el horario de invierno empezamos a darles de comer sobre las ocho de la mañana, sin embargo, en verano que el calor es más intenso, le adelantamos la comida a las seis y media de la mañana aproximadamente. Al principio les cuesta habituarse a ese cambio, pero con el tiempo acaban aclimatándose”.

“Fíjate si notan ese cambio que cuando, ahora en invierno, por h o por b, le damos de comer más tarde, los animales lo notan. Tienen sus manías, sus rutinas, como te dije anteriormente, si se las modificas lo acusan”. Son momentos donde el mayoral y los vaqueros tienen que estar especialmente atentos al producirse peleas entre ellos. Son momentos donde se sienten poderosos, instantes donde se miden y se retan, esos en los que se puede producir un asalto al poder.

“Lo ideal es no cambiarles los hábitos, si se cambia la hora, unos comen de más y otros de menos, y eso no es bueno para su remate. En ganaderías con cercados grandes, si la comida no se hace a la misma hora el toro no acude a ella. Para que todos vayan a la vez y coman al mismo tiempo, evitando la glotonería, hay que crearles una rutina, y eso se hace marcando una hora determinada para que coman” exponía Macarena.

El toro bravo es un animal normalmente sedentario, le cuesta moverse, si por ellos fuera estarían prácticamente todo el día comiendo y descansando, pero hay que moverlos, hacerles que cojan el hábito del ejercicio, por ello hay ganaderos como Juan Pedro que buscan ejercitar a sus animales en el tauródromo, mientras que Victorino Martín no es de esa opinión, este les coloca la comida y la bebida en dos puntos opuestos del cercado para que estos se tengan que moverse obligatoriamente y no se queden gran parte del día sesteando.

“El toro bravo es un animal de costumbres. Son animales salvajes pero con cierta domesticación al estar criados en semilibertad. Son intuitivos, con un reloj biológico que les hace saber cuándo es la hora de comer” nos explicaba Julio Fernández, veterinario que lleva muchos años trabajando y estudiando a este animal tan majestuoso.

“Date cuenta que tienen cuatro estómagos, como todos los rumiantes, que se están adaptando continuamente a lo que ingiere. Dar de comer a este animal es alimentar a la flora ruminal, que descompone los alimentos en partículas más pequeñas, haciendo una digestión microbiana que le proporciona nutrientes que asimila. En los animales influye claramente la comida, en que la composición de la flora ruminal varía según el alimento que ingiere, adaptándose” acababa comentándonos Julio Fernández.