Este jueves, 26 de mayo, varios aficionados del Tendido 7 de Madrid sacaron una pancarta para protestar por la presentación de algunos de los toros que están saliendo al ruedo de Las Ventas durante esta Feria de San Isidro. El sector más exigente de la plaza hacía así un llamamiento contra la desigualdad en el trapío de los toros que se están aprobando en la primera plaza del mundo.
Esa pancarta tenía el siguiente texto: «Hay que recuperar el toro de Madrid». Los ocupantes del tendido mostraban su disconformidad con la presentación de los toros, ya no de esa tarde, sino del resto de la feria y hacían estallar en un grito a gran parte del resto de tendidos: «¡Toro!».
La presentación, a juicio de este sector y de parte del abonado venteño, ha dejado mucho que desear en varias corridas de toros, poniendo de manifiesto ante todos los asistentes su malestar en este sentido. De todos es sabido que tras la pandemia han sido muchas las ganaderías que han mandado animales al matadero, reduciéndose considerable el número de toros aptos para Las Ventas. Este problema se verá acuciado en los próximos años debido a que las plazas de primera con la exigencia de un toro fuerte y serio seguirán siendo las mismas, mientras que en el campo los animales no serán los mismos. No obstante, Madrid es la primera plaza del mundo y su toro debe tener una presentación acorde a ella.
Varios aspectos han sido los que han enfadado a este sector: desde la presentación de los animales hasta la no devolución de toros muy mermados de fuerzas. También hubo otros temas puntuales que no gustaron nada a este sector. Uno de esos fue la lidia de un toro rabón de Domingo Hernández por Alejandro Talavante o que un animal de Juan Pedro Domecq se aprobara en el reconocimiento con el pitón izquierdo algo escobillado. Estos detalles que pueden parecer insignificantes son tenidos muy en cuenta por un sector que exige, como es lógico, la máxima integridad en el toro que se lidia en esta plaza.