La puya cuadrangular creada por el maestro valenciano Manuel Sales y el veterinario Julio Fernández, ampliamente probada a puerta cerrada en España, se está testando y difundiendo por diversos países de América. Tras probarse gracias a Tauromaquia Mexicana, entidad presidida por el ganadero y empresario Manuel Sescosse, su resultado está siendo más que satisfactorio para ganaderos y toreros, los cuales han visto en esta puya un paso adelante en la evolución de la suerte de varas.
Allá por 2020, en plena pandemia, se llevaron a cabo varias pruebas a puerta cerrada en el rancho mexicano de Los Encinos, lugar donde se llegaron a quemar (torear) más de una treintena de animales lidiándose en la misma plaza de tientas un total de cinco corridas de toros y una novillada de diferentes ganaderías. Una vez pasado el filtro del campo, se procedió a estrenar dicha puya cuadrangular en distintos festivales y corridas de toros celebrados en varias plazas de toros de México.
En 2022 debutó con éxito en Perú en la ganadería de San José del Monte, pero sería en este mes de octubre cuando llegaría a tierras colombianas, siendo probada con gran éxito en la vacada de Ernesto Gutiérrez. Tras los pasos previos en distintas ganaderías y en plazas mexicanas, le tocó el turno a Ecuador, concretamente a la plaza de toros de Riobamba, ruedo donde el diestro local Julio Ricaurte acabó indultando a “Forastero”, un bravo y noble animal de Huagrahuasi lidiado en quinto lugar, quedando equilibrado hormonalmente tras pasar dos veces por el caballo, atemperando posteriormente el ritmo de su embestida y ganando en recorrido.
Aseguran las fuentes consultadas por este medio que “esta puya da más seguridad al picador, pues su punta más aguda evita marronazos. A diferencia de la puya reglamentaria de pirámide triangular, esta da igual cómo se oriente hacia el toro que no rasga la piel causando ojales”. Otro punto a destacar es que su ausencia de tope, equivalente al encordelado, permite a los picadores rectificar con facilidad puyazos que caigan en mal sitio, causando menos destrozos y daños innecesarios que la de pirámide triangular, permitiendo a los picadores dosificar los puyazos y que más toros puedan mostrar el comportamiento seleccionado por los ganaderos.
Sus estudios corroboran una célebre frase del diestro Ignacio Sánchez Mejías (1891-1934): “En el temple del picador nace el de la muleta”, asumida por D. Santiago Martín “El Viti” y por otros matadores, pues demuestran que el comportamiento en la muleta mejora cuando el picador reduce las “maniobras” con la puya, esto es, tras introducir la puya hasta la cruceta la acción de recargar con el “mete y saca” o de tratar de barrenar haciéndola girar sobre su eje longitudinal.
Insisten dichas fuentes consultadas que “es importante no picar trasero por detrás de la cruz o en la paletilla, pues el daño óseo -al igual que daños amplios- produce elevadas hiperglucemias, que se traducen en personas en dolor de cabeza, visión borrosa, boca seca y cansancio, por lo que el toro embiste estresado y descompuesto o se para y se defiende”, encontrándose en la “diabetes de la injuria” la explicación científica a la polémica suscitada en 2014 por el anterior propietario de la ganadería de Peñajara de Casta Jijona.
Por ello, los creadores afirman que “esta puya cuadrangular, que reduce daños innecesarios y que por su forma dificulta o evita el barrenado, manejada con temple y sin “maniobras”, favorece que el toro embista a la muleta hormonalmente equilibrado, con mayor fijeza y motivado para perseguir a los engaños”.
