COLUMNA

Resurge un Torero con mayúsculas


martes 7 septiembre, 2021



Chechu Confirmación

Querido aficionado:  

Permíteme que me dirija a ti sin conocernos.

Hoy te escribo por la tarde de toros que viví ayer. No fue una tarde cualquiera, ayer vi resurgir a un torero, un torero en MAYUSCULAS, un torero que no lo ha tenido nada fácil. Y ayer volví a emocionarme en una plaza.

Este torero vio truncada su carrera cuando todo parecía estar siguiendo el cauce habitual en el toreo: novillero de Madrid, cortando orejas en Las Ventas, novillero puntero, más de cien novilladas en sus muñecas. Pero de repente llegó aquella fatídica tarde en Ávila en la que pudo costarle la vida.

Aquella tarde “Morisqueto” de Miranda de Pericalvo se cruzó en su camino, corneando la vena femoral y sesgando en un segundo el prometedor futuro de este torero. Tras esto nunca volvió a ser un camino fácil, encontrándose y topándose con la cara oculta de la fiesta.

Muchos años forjándose en el castigado Perú taurino y sus talanqueras. Viviendo en torero, por y para el toro, jugándose la vida por únicamente su orgullo torero. Teniendo que recorrer cientos de kilómetros entre pueblo y pueblo, con viajes interminables en autobuses destartalados con la única compañía de las ilusiones y sueños de este joven torero.

Querido aficionado, ayer en un pequeño pueblo de Albacete, Minaya, situado al sureste de la península ibérica, este joven torero volvió a emocionarme. Al igual que a mi, a todos los aficionados que allí nos encontrábamos. Vimos a un torero que estuvo por encima de sus toros, a un torero que desde el sorteo se le intuía esa aura torera, esas ganas de seguir luchando por volver al circuito, esa ambición y poso del que ha estado esperando su oportunidad, y que sabe que cuando la tenga dará que hablar.

Querido aficionado, este torero era José Ramón García Olivares, Chechu en los carteles. Te aseguro que vi a un torero que te gustaría ver torear cualquier tarde, y al que en mi humilde opinión merece la oportunidad de entrar en más carteles en nuestra querida y difícil España.

Gracias Chechu por la tarde, gracias por no desistir y ser ejemplo para todos aquellos que no lo tienen fácil.

FOTO: ALFREDO ARÉVALO