¿Cómo fue aquel toro indultado ayer en Sotillo de la Adrada y cómo viviste esa gran faena?
En principio el toro ya de salida en el capote fue muy largo y metiendo la cara, algo poco habitual en lo nuestro. En el caballo se lo pensó un poco, pero después metió la cara abajo y llegó el caballo a las tablas. Juan estuvo cumbre, con una calidad extraordinaria y aquí comenzó a sonar la música y le dijo que se parara. No quería que se le molestara. Me dijo que lo había disfrutado enormemente, la gente pidió el indulto y se concedió. EN la ganadería le buscaremos vacas de otras familias distintas a la suya para abrirnos un poco. Tenemos otro semental más en la ganadería y esperaremos el resultado muy a largo plazo, claro.
Es difícil refrescar en lo vuestro y esto os vendrá bien.
Nosotros hemos tenido mucha suerte porque gracias a Dios hemos lidiado siempre en Francia y hemos cosechado bastante éxito, muy poco porque lo nuestro es muy corto, entre tres y cuatro festejos al año, pero se nos conoce bastante y después de lo de Madrid la gente nos está conociendo más.
¿Cómo valoras el encierro de Madrid?
La corrida de toros de Madrid tanto para el aficionado como para el torero fue muy importante. La corrida fue de menos a más siempre, en las faenas. El primero se había peleado y le faltó un poco al toro, pero creo que fue por esos. El segundo nuestro fue muy alegre, muy pronto, y la gente se puso pronto a favor de nuestra corrida. EL lucero cuarto fue más apagado pero fue a más y remató bien. El de la vuelta al ruedo fue cumbre y el último extraordinario.
¿Mejor el quinto o el sexto en Madrid?
El sexto para mí fue más completo que el quinto. Pero cuando se pegan tres puyazos empujando de la forma que lo hizo el quinto, te pones más a favor de él. El sexto tenía dentro el motor que tenía, lo que pasa que el sexto tenía una calidad por ambos pitones. La pena fue que cortase la faena Pérez Mota, algo que le obligaron desde el callejón. No se puede cortar la faena así, cuando tenía a todo el mundo de su parte y de la parte del toro. No entiendo cómo se le puede decir a un hombre que corte la faena así. Nos dejó sorprendidos. Además iba con la cara por abajo, humillando y desplazándose de forma especial. Tanto uno como otro te sirven para la ganadería.