Rafaelillo, tras la lidia del cuarto de la tarde, señaló lo siguiente esta tarde en Madrid al micrófono de OneToro: “El toro creía que iba a aguantar y le cogí la media altura, pero nada. Cuando le das dos en la distancia larga, se te viene, pero en el tercero se paraba o protestaba”.
Tras el primero, dijo que “el toro iba parándose y sabía dónde estaba yo. Por el capote me ha pegado unas cuantas coladas; no ha tenido poder, pero tampoco buena condición. Si no va a haber recompensa, ¿para qué?”.