Uno de los programas que sin duda marcó a muchos aficionados fue el Grand Prix, espacio de entretenimiento que durante muchos años nos tuvo a muchos pegados al televisor. Se trataba de un programa que presentaba un gran aficionado como Ramón García, comunicador que nunca escondió su pasión por la tauromaquia.
Hace unas semanas el streamer, youtuber y locutor Ibai Llanos invitó al popular presentador a un directo en su canal de Twich. Allí tras una anécdota de tintes taurinos surgió la posibilidad de volver a emitir dicho programa; «El Grand Prix es una idea que hay que adaptarla al 2022, pero la idea de pueblos contra pueblos estaba bien. Eso lo mantendría a un formato actual, porque la televisión de hace treinta años no tiene nada que ver. Y a mí me llamó la atención», comentaba Ibai, a los que asintió con la cabeza Ramón.
Todo quedó ahí, en sentarse y ver cómo poder darle sentido al nuevo ‘Grand Prix’, pero como todo está sujeto a la especulación hemos ido viendo cómo desde los grupos animalistas o desde el de los aficionados se dudaba sobre el formato del programa. Unos veían cómo volver a incluir vaquillas era inviable, algo cargado de «crueldad» que no iban a consentir que se llevara a cabo. Estos grupos están muy habituados a ejercer presión para conseguir sus objetivos. Desde el lado de los aficionados se veía cómo quitar esta parte del programa sería descafeinar el mismo, lo que llevaría a este programa de entretenimiento a perder toda su esencia. Las posiciones estaban radicalmente enfrentadas, todo a la espera de una confirmación desde un sentido u otro.
Ramón García habla del Grand Prix y la vaquilla
Y las sospechas de los aficionados se cumplieron. El pasado 12 de diciembre, en una entrevista en El Español, Ramón García afirmaba lo siguiente sobre la vaquilla en la posible vuelta del programa: «La vaca es complicada por un tema que siempre dio problemas: el animal, el maltrato y tal. No me gusta entrar en el tema porque se queda en eso y creo que es lo menos importante [la prueba, no el maltrato animal]. Al final lo importante es el formato completo«.
No obstante, luego aclara que «yo soy Ramón el de la vaquilla. El Grand Prix es el concurso de la vaquilla. El logotipo era la vaquilla. Quitarlo sería un error. Se puede hacer un Grand Prix sin vaquilla, por supuesto, pero sería un concurso más de pruebas. Quizás hay que entrar por ahí, no lo sé, no depende de mí. Si por mí fuese, yo soy defensor de que fuera con la vaquilla. Es la identidad del programa«, pero no se cierra totalmente a la idea de no dar el Grand Prix si no hay vaquilla. «La idea es no fallar a la memoria del espectador, pero enganchar también a los nuevos. Un Grand Prix con aspecto de 2022«, añade.
Tras ello, estas declaraciones del presentador bilbaíno se publicaban en el Twitter, no oficial, del El Grand Prix, en el que se hicieron eco de ello. «En el ‘GP 2022’ tener la vaquilla es complicado el maltrato animal. Pero al final lo importante es el formato completo. Se puede hacer un Grand Prix sin vaquilla, pero sería un concurso más de pruebas. Quizás hay que entrar por ahí, no depende de mí». Un esbozo de las primeras novedades de un programa que va tomando cuerpo. Sin duda, si es finalmente así, se trata de otra batalla más ganada por los antitaurinos. Pese a tener a un taurino de pro a los mandos del programa, se perdería así la esencia de un espacio que carecería de sentido sin esta prueba. Sin ir más lejos, su logo representa al de un animal bovino.
Pese a que directamente no depende del popular presentador, muchos aficionados se sintieron decepcionados tras ver cómo todo lo que puede oler a tauromaquia es erradicado de las pantallas, ya sea de televisión o de las nuevas plataformas audiovisuales que se emiten por Internet. Ya hace algún tiempo también se hizo mención a las dificultades de llevar el proyecto a televisión; «Hay un formato del programa preparado y perfectamente renovado para salir, pero la vuelta sería difícil porque las televisiones tienen miedo de los grupos animalistas que protestarán por el maltrato a la vaquilla«, explicaba García.
Una vez más vemos la dificultad de llevar a cabo proyectos de entretenimiento para toda la familia que se ven orillados o guardados en un cajón por el simple motivo se ser contrario a una corriente que cada vez se mete más en un determinado modelo de vida.