ENTREVISTA

Raquel Sanz: «El honor de Víctor Barrio no lo pisa esta gente por mucho que lo intenten»


miércoles 17 febrero, 2021

«Estos mensajes tan desagradables siguen apareciendo y yo tengo que remover todo el dolor. ¿A qué tipo de sociedad vamos a llegar?», denuncia Sanz.

«Estos mensajes tan desagradables siguen apareciendo y yo tengo que remover todo el dolor. ¿A qué tipo de sociedad vamos a llegar?», denuncia Sanz.

Este miércoles entró en prisión el rapero Pablo Hasel, que utilizó Twitter para mofarse y celebrar la muerte del torero segoviano Víctor Barrio. Tras conocer la noticia de su arresto, la viuda de Víctor Barrio, la periodista Raquel Sanz, quiso responder a Hasel utilizando su misma vía, la red social Twitter. «Hoy me toca decir a mí que si todas las denuncias acabasen como la de Pablo Hasel, más gente denunciaría. Si eres tan valiente como para cometer un delito, ten las mismas agallas para enfrentarte a la condena por el mismo», escribió. Hoy la entrevistamos. 

Tras el fallecimiento de Víctor Barrio, se publicaron centenares de comentarios en redes sociales que atentaron contra su dignidad, entre los que se encontraban unos tweets de Pablo Hasel, que se alegraba de su fallecimiento. ¿Cómo puede una persona celebrar  un suceso como éste? 

Lo ha dicho la justicia, porque son delincuentes. Igual que hay gente que mata y no podemos entenderlo, con esto pasa igual. Este señor es un delincuente porque así lo ha reconocido la justicia. Por suerte, no sé lo que le pasa por la cabeza a esta gente porque tengo otra categoría humana. Pero viendo que los partidos que están en el gobierno quieren despenalizar este tipo de delitos yo me pregunto. ¿A qué tipo de sociedad vamos a llegar? ¿Vamos a permitir una barra libre de odio? 

Muchos se escudan en perfiles anónimos de redes sociales para publicar estos mensajes de odio… 

Creo que nuestra legislación no está actualizada a los tiempos que corren y a las nuevas herramientas. Por poner un ejemplo, cuando se podían comprar móviles de tarjeta y no de contrato, no hacía falta un DNI, tú comprabas un móvil y nadie sabía a quién correspondía ese número. Cuando los atentados islamistas recorrieron Europa se utilizaron mucho estos teléfonos para hacer explotar las bombas y salió una legislación que obligaba a las personas a identificarse cuando compraban un móvil. Y esto es comparable con las redes sociales. Si te quieres hacer una cuenta para expresar libremente su opinión, hazlo identificándote. Y si cometes un delito, lo pagas. La justicia no está actualizada en ese sentido. 

Aunque precisamente los tweets de Pablo Hasel no se denunciaron porque se eligieron otros, se interpusieron varias demandas por vulneración del derecho al honor hacia Víctor Barrio. ¿En qué estado se encuentran? 

En aquel momento nosotros no estábamos para estas cosas porque las ofensas fueron muchísimas. Muchos aficionados se dedicaron a recopilar todas esas muestras de lo que consideraban delitos y lo hicieron llegar a la Fundación del Toro de Lidia. Por lo tanto, la Fundación eligió los comentarios por los que se podían interponer las demandas y no optó por los de Pablo Hasel. Al final, se llevaron cuatro denuncias que corresponden a tres publicaciones.

Una era de una chica que no estaba identificada, pero la policía la identificó y se le puso una demanda por lo civil por vulneración de derecho al honor, pero reconoció los hechos, pidió perdón, pagó una pequeña multa y se quedó ahí. 

Otra demanda civil la interpusimos a una concejal de Catarroja, Datxu Peris. Ella no pidió perdón y quiso ir a juicio. De esta manera, el Juzgado de Sepúlveda la condenó a pagar 7.000 euros y a rectificar por la misma red social. Ella lo recurrió por la Audiencia Provincial y la sentencia fue ratificada. Ya no cabía recurso por la justicia ordinaria, pero lo llevó al Tribunal Constitucional porque detrás de esta mujer hay una serie de colectivos que le dan un soporte económico.  

También interpusimos una demanda y una querella contra un profesor de Valencia, Vicente Belenguer. En la querella le pedíamos tres años de cárcel y 30.000 euros de indemnización, pero el juez de Segovia decidió archivar la causa porque no es un colectivo minoritario en el que se puede incitar al odio. Nosotros seguimos con el tema porque el honor de Víctor no lo pisa esta gente por mucho que lo intenten. Si lo hacemos, es para que nadie más tenga que pasar por esto. Pero la justicia nos lo está echando para detrás. 

Quedaba otro juicio pendiente por lo civil para Vicente Belenguer, una vulneración del derecho al honor. Estos días he preguntado al abogado y me ha dicho que había un correo que no había visto en el que se informaba de que se había archivado el caso. La Fundación del Toro de Lidia no se ha molestado en preguntarlo, he tenido que preguntar yo y resulta que se ha archivado la causa. Nadie de la Fundación me ha llamado, me he enterado hoy. Ha habido una gran dejadez por el equipo jurídico de la Fundación y nosotros hemos puesto la cara por la defensa de la tauromaquia. 

Ahora, los partidos que componen el gobierno están anunciando una posible reforma del Código Penal para proteger aún más todavía la libertad de expresión y limitar el derecho al honor, intimidad y propia imagen, recogido en el artículo 18 de la Constitución. ¿Qué te parece? 

Las sentencias a veces son muy injustas porque en el Código Penal sólo se recogen una serie de colectivos vulnerables. La mayoría de la población española no estamos defendidos por nuestra justicia. Y encima, ellos quieren despenalizar estos delitos aún más. Las redes sociales se están convirtiendo en un lugar de barra libre de odio y nos tapamos los ojos. Creo que es un error garrafal. 

Utilizaste ayer Twitter para responder a Pablo Hasel y ya has recibido algún mensaje en el que se ha llamado a Víctor asesino… 

Estas cosas tan desagradables siguen apareciendo y yo tengo que remover todo el dolor. ¿Me tengo que suicidar para que cambien las leyes? Entiendo que no seré la única taurina de Twitter que recibe este tipo de comentarios y nadie denuncia. Es que ponemos una mejilla, la otra y la de más allá. Eso te desanima mucho.