CAMPO BRAVO

La nueva raza en peligro de extinción que Victorino ha decidido criar además de Monteviejo


viernes 21 julio, 2023

Se trata de una raza que era considerada sagrada para los romanos, pues se ofrecía a los dioses en los rituales divinos. Ahora se utiliza para el trabajo diario con el toro bravo.

Victorino Martin
El ganadero Victorino Martín y, a la izquierda, los cabestros. © V. M.

En la ganadería brava es indispensable el caballo para el trabajo diario y el manejo de las reses, pero también hay otro tipo de animal sin el que no se podría trabajar. Estamos hablando los bueyes o los cabestros. Según el diccionario de la Real Academia Española, un buey es un toro castrado, mientras que un cabestro es un buey manso. Todos los cabestros son bueyes, pero la mayoría de los bueyes no son cabestros.

Algunas de las razas de cabestros más utilizadas por sus aptitudes naturales son el Berrendo en colorado y el Berrendo en negro, aunque mansos, a veces tienen algunos rasgos de bravura, de ahí que se tenga que tener cuidado con ellos al dar la cara en determinados momentos. Por ello, el exceso de bravura en los cabestros no es recomendable, pues disminuye la facilidad para su adiestramiento y dificulta en algunos casos su manejo delante de los animales bravos.

Pero no es la única raza que se emplea para dichos fines, en algunas ganaderías se usa la raza Retinta y en otras la Morucha, aunque en casa de Victorino Martín llevan años apostando por bueyes de la raza Blanca Cacereña, un tipo de animal que cuidan con mimo en la ganadería extremeña propiedad de la familia Martín al estar clasificada como raza autóctona en peligro de extinción según el Catálogo Oficial de razas de ganado de España al conservarse únicamente en España 987 cabezas en las explotaciones ganaderas de Extremadura.

Este es un animal de gran alzada, con un perfil recto y proporciones medias, pese a tener un cuerpo muy corpulento en los machos. Como bien nos cuenta La Asociación Nacional de Criadores de ganado vacuno de raza Blanca Cacereña, el color de su piel es blanca y se caracteriza por una cuerna dirigida hacia delante y hacia arriba. Un tipo de raza con las mucosas rosadas, papada abundante en los machos y de aspecto general rústico.

Pero este tipo de animal tiene una historia detrás que nos remonta hasta la época de los romanos, donde fue considerada una raza sagrada, pues se ofrecía a los dioses en los rituales divinos. Sin duda una raza muy particular que hace de ella un auténtico tesoro genético. Posteriormente, fue empleada en la economía familiar como raza de triple uso: trabajo-carne-leche, al igual que muchas de las razas autóctonas españolas, pero se diferenciaba de las demás: su propiedad era considerada un distintivo social, por lo que solo las familias sobresalientes podían tener la concesión de explotarla.

Ahora es el ganadero Victorino Martín el que apuesta por ella para el manejo de su ganadería brava, un tipo de animal diferente el resto por no tener ni un ápice de sangre brava, lo que la hace más dócil y noble a la hora de hacer el trabajo. Con el tiempo se han habituado a bregar con animales bravos, si bien es cierto que la berrenda es más dominante y en un momento, pero esta pese a lo que pueda parecer no es un animal sumiso, haciendo su trabajo con gran eficacia.