Son los que no se visten de luces habitualmente y, aún así, torean bastantes más tardes que la media de los matadores. Son los que tienen más pinta de atletas de 100 metros que de espada chulesco y engallado vestido de hace dos siglos y pico. Los recortadores se juegan la vida en un quiebro, en un salto, en un corte, tanto como puede hacerlo cualquier torero que participa en un festejo mayor. Bien es cierto que aquí nadie se pasa un toro 20 veces por la barriga, pero la magnitud de las reses que se lidian -a cuerpo limpio- bien valen un reconocimiento mayor que los 200 euros que pueden cobrar en una tarde.
Porque esa es la cifra sobre la que se suele mover el común de los ‘sueldos’ en un espectáculo que, por sus características, va ganando cada día más adeptos entre los aficionados al toro y los que sólo lo son a las corridas. Hemos hablado ya en numerosas ocasiones de los sueldos que se manejan en las corridas de toros -pese a las continuas llamadas y mensajes empeñadas en corregir los datos que nosotros sacamos de Boletín Oficial del Estado-, pero ¿alguien se pregunta cuánto dinero mueve un espectáculo de recortes? ¿Podríamos aprender del éxito de taquilla de un evento con un precio tremendamente moderado en el que también hay hombres jugándose la vida? Sin duda, deberíamos aprender en los festejos mayores.
Los números de un festejo de cortes
La organización de un festejo de recortes no es nada fácil, porque son muchos los actuantes que hay que ir reuniendo para que se pueda celebrar. Por eso muchas de las empresas tradicionalmente dedicadas a ofrecer corridas de toros delegan este tipo de eventos en otras mucho más enfocadas a este espectáculo, como pueden ser Toropasión, Tororecorte o incluso la propia Tauroemoción, cuyo director, Alberto García, fue recortador durante algunos años. Esos son sólo algunos ejemplos de empresas especializadas en este tipo de espectáculo, que funciona de la siguiente manera.
Una empresa destina un presupuesto de unos 3.000 euros a contratar con otra especializada el montaje del evento, del que se llevará un porcentaje previamente acordado. De ese montante, deben pagarse las dietas y un pequeño sueldo a los actuantes, lo que ronda unos 150-200 euros por recortador. El resto se destina a los premios que ganarán los que resulten triunfadores.
Sólo uno de los que estarán en el ruedo -el director de lidia, que suele ser un matador o novillero- estará dado de alta en la Seguridad Social, y su sueldo será de 300 euros más el boletín, que supone otros 150 ó 200, dependiendo de los casos. Él estará con su capote presto para auxiliar a cualquiera que sufra un percance en el ruedo.
¿Cuánto cuesta montar un espectáculo de recortes en total?
Por otra parte, la empresa organizadora del evento lo da de alta como una suelta de reses y tiene contratado a un equipo médico para atender a cualquiera que haya resultado herido en el transcurso de la suelta. El propio doctor será quien certifique -de producirse algún herido- que el percance se ha producido durante la suelta de reses.
Teniendo en cuenta todos estos gastos, y que hay comunidades como Aragón o Valencia en las que las reses se pueden alquilar -en las demás regiones hay que sacrificarlas obligatoriamente-, un espectáculo de recortes puede ponerse en unos gastos de unos 8.000 euros, lo que permite al empresario poner el precio de las entradas a unos 10 ó 12 euros, un precio más que asequible para las ofertas de ocio que existen hoy en día.