Diego Ventura pierde otro de sus caballos estrella. En este caso, se trata de Remate, su caballo de referencia para el último tercio durante las últimas doce temporadas, que sufrió en la tarde de ayer un paro cardíaco. Como habitualmente hacía, al menos, tres días a la semana, Diego había soltado al animal en uno de los cercados de su casa para que estuviera en absoluta libertad, circunstancia en la que le sobrevino el paro cardíaco confirmado por la autopsia que se le ha practicado. “Las pruebas han demostrado que la capacidad del corazón de Remate era mayor de lo debido”, explica el veterinario Javier Bomba.
Remate tenía 18 años y su última corrida fue el pasado domingo 22 de agosto en Cuenca, donde Ventura lo utilizó en sus dos toros. Lusitano de raza, albino de capa y del hierro de Oliveira Santos, pronto se convirtió en una de las estrellas de la cuadra de Diego Ventura, que tantas veces culminó muchos de sus triunfos sobre la eficacia y eficiencia de un animal “sobresaliente en todo lo que hacía”, recuerda el propio rejoneador. Eran, por ejemplo, sus levadas espectaculares, pero, sobre todo, su capacidad para pisar los terrenos de mayor cercanía para ligar las banderillas cortas y las rosas y, especialmente, la despaciosidad que le imprimía a la suerte de matar y que le permitía a su torero hacerla por arriba. Remate fue fundamental, por ejemplo, la tarde del rabo que cortó Ventura en la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid el 9 de junio de 2018 o la de la corrida que libró en solitario en el coso venteño el 6 de octubre de ese mismo año.
A Remate se le quería de una manera especial en casa de Diego Ventura porque “era mucho más que un caballo de torear. Mis hijos han aprendido a montar con él porque era ideal por su nobleza y templanza”, recuerda. Y no solo ellos: de Remate también disfrutó el prestigioso cantante italiano Andrea Bocelli, que en abril de 2018 se desplazó expresamente a La Puebla del Río para conocer a Diego Ventura, una visita de honor que el jinete le agradeció, por ejemplo, invitándole a montar a Remate. Su huella y su sangre, por fortuna, permanecen en El Rincón de Diego, donde quedan diez hijos suyos entre machos y hembras.