Si ha habido un ganadero que ha sido emblemático por la personalidad de los animales que criaba, ese ha sido Leopoldo Sainz de la Maza, más conocido como El Conde de la Maza. Un criador de bravo que siempre fue fiel a un tipo de toro, un animal con seriedad que propició grandes triunfos a diferentes diestros en cosos como Madrid o Sevilla. Pero todo lo que empieza tiene un final, y eso es precisamente lo que pasó con esta ganadería sevillana.
Fue una venta que fue muy sonada por el ganado del que se trataba hace ahora un lustro. Ya en su día, y una vez realizada la venta de los animales, Leopoldo Sainz de la Maza se expresó de la siguiente manera tras ser cuestionado por este tema en ABC de Sevilla: «Esto es imposible. Los toreros quieren torear lo que quieren torear y los empresarios quieren comprar lo que quieren comprar». Llevaba mucho tiempo madurándolo y se decidió que cuando culminara la temporada de 2018 se acababa todo, precisando que el proceso ya comenzó en 2017 «enviando muchas vacas al matadero y a festejos populares».
Hasta la finca ‘Escardiel’, situada en el término municipal de Castilblanco de los Arroyos, se llevó Diego Curiel los animales que había adquirido del célebre hierro sevillano: «Yo me traje un lote de añojas y eralas, algunas utreras y siete vacas viejas. Más un par de novilladas de erales y treinta y cuatro añojos. Eso es todo lo que adquirí, básicamente lo que había en la finca de la familia Sainz de la Maza«, señala el nuevo gannadero a este medio.
Diego Curiel, un ganadero con las ideas muy claras
Un ganadero que tiene las ideas muy claras, buscando un tipo de toro muy definido tanto en fenotipo como genotipo. «En esta casa hay dos ramas ganaderas, una proveniente del encaste Domecq y el otro el adquirido del hierro de El Conde de la Maza» nos explicaba un Curiel que tiene los dos hierros dados de alta en la Agrupación. Un proyecto ganadero que se cimienta en la bravura encastada, la movilidad y la transmisión.
«En el hierro de Diego Curiel tengo lo puro de Conde de la Maza, habrá unas 100 vacas aproximadamente. Luego está el de Curiel Sosa, que es procedencia Marqués de Domecq, ahí tendremos unas 40 vacas de vientre. Poco a poco vamos sacando nuevos sementales donde cimentar el hierro, actualmente tenemos cinco», comentaba a este medio el ganadero sevillano.
40 machos de procedencia Conde de la Maza para lidiar en 2024
Pese a tener una sangre muy valorada por los aficionado, no se plantea lidiar festejos mayores hasta tener bien sentado el proyecto de futuro: «De momento únicamente voy a lidiar festejos menores, entre becerradas y novilladas sin caballos. Para este año hay unos 40 animales entre los dos hierros. Toros no me dejaré ninguno de momento. Las ilusiones son ir dejando poco a poco cada vez más, luego dar el salto a alguna novillada picada«, señala Curiel.
Pese a no lidiar corridas de toros, sí ha sido usual ver los toros de su vacada en festejos populares: «Sí dejo toros para las calles -aunque este año no tengo ninguno-. Como te dije, perspectivas de corridas de toros, de momento no tengo. Para las calles no tengo nada este año; los últimos animales los lidié en un concurso de recortes en Alcaraz, y luego en Arroyo del Ojanco, que eran los últimos toros cinqueños que tenía el toro del Conde».
«De momento, quiero seguir dando pasos firmes en novilladas sin caballos y becerradas. El utrero tiene ya otro tipo de comportamiento, que no lo sé todavía. Lo valoraré en su momento. Ahora mismo, quiero ir dando pasos firmes y viendo cómo me va saliendo», añade el ganadero sevillano.
Aquí la exigencia no se negocia, nada más hay que ver como se selecciona la bravura en esta casa: «La verdad que estoy bastante contento. El ganado me sale con mucha transmisión, embistiendo, diciendo aquí estoy yo… y con importancia. No son la tonta del bote. Y cuando se le puede, da mucho juego», concluye Curiel.
