FRANCISCO MARCH
Cada mes de junio Istres, localidad
francesa enclavada geográficamente entre Nîmes y Marsella y de apenas cuarenta mil habitantes, reclama la
atención del mundo taurino en su Feria (este año entre los días 23 y 25), una
combinación de carteles en Las Arenas de Le Palio que siempre cuentan con un
toque de distinción, un atractivo añadido. En esta edición, se anuncia la
reaparición por un día de José Pedro Prados «El Fundi”.
La
Feria de Istres se da en junio, pero antes de que acabe el mes de enero,
Bernard Marsella ya presenta las combinaciones en un acto en el que se dan cita
algunos de los protagonistas y cientos de aficionados y que cuenta con el
respaldo de la Corporación Municipal local, con el Alcalde al frente. Bernard
Marsella, matador de toros francés, es, desde hace once años, el alma mater , en estrecha colaboración con
el también matador de toros catalán César Pérez, un binomio que ha consolidado la
Feria en el calendario taurino tanto francés como español , a base de
imaginación, apuesta y magnífica gestión de recursos, que llegan por la
colaboración de decenas de empresas y particulares del tejido económico, social
y cultural de la Región Provenza-Alpes-
Costa Azul.
Que en
una plaza que sólo afora 2700 localidades (se llena en todos los festejos) se
anuncien grandes figuras y jóvenes que están en boca de todos y que, además, se
complete con un evento singular, tiene que ver con el trabajo bien hecho. Una
apuesta segura, renovada en cada edición.
De los
últimos años, se recuerda el indulto del
toro «Golosino” de La Quinta por Juan Bautista, en su encerrona de 2013; el
regreso por una tarde de Joselito, que resultó un acontecimiento; el indulto de
un toro de Zalduendo por López Simón en 2015, una Feria en la que entró vía
sustitución y de la que salió lanzado; la reaparición ese mismo año del francés
Denis Loré o, en 2016, el solo de Enrique Ponce, smoking
incluido. Y grandes faenas de Morante, Manzanares, El Juli, entre otros muchos,
como el francés Thomas Joubert, que impactó, después de unos años de retiro (en
el Tibet) y ya resulta imprescindible en la temporada francesa.
Para
este año el reclamo es, sin duda, la
presencia de El Fundi, un regreso a los ruedos que, de momento, no se anuncia
vaya a tener continuidad. Será en el último festejo del ciclo, la tarde del
domingo 25 de junio, con Enrique Ponce y
Juan Bautista (nada menos) y toros de Juan Pedro Domecq. Un cartel
especialmente llamativo y de gran fuerza, un acontecimiento en sí mismo por la
vuelta de El Fundi y dos toreros de la magnitud
del valenciano y el arlesiano, ídolos en Istres. Si a ello se añade
poder ver al maestro de Fuenlabrada ante toros nada habituales en su larga
carrera, poco que añadir.
Este
año se ha sustituido una corrida de toros por una de rejones y la tradicional
novillada pasa al mes de agosto. La corrida a caballo (sábado por la mañana) es especialmente atractiva, un singular mano
a mano entre Pablo Hermoso de Mendoza y Lea Vicens, con toros de El Capea.
Por la
tarde, toros de Zalduendo y una combinación de altos vuelos: Alejandro
Talavante, Roca Rey y Ginés Marín, con el rejoneador Laury Tisseur abriendo
plaza con un toro de El Capea.
Y, en
el inicio, viernes 23, toros de Garcigrande para Sebastian Castella, José Mª
Manzanares y Thomas Joubert. Dos franceses y un alicantino que ya saben lo que
es triunfar en Istres y una ganadería
que acaba de pasar por San Isidro rompiendo esquemas .
El
propio Bernard Marsella ha explicado en más de una ocasión que Istres no puede
(tampoco pretende) competir con Nìmes, Arles o Beziers.
Y es
que a Istres la distingue su personalidad, su caché, el dar y ver cosas que no
se dan ni ven en otros lugares.
Y lo consiguen.