1º, de El Montecillo,
«Cuartelero”, castaño, de 502 kilos para Martín Escudero
Alto de agujas, pero nada destartalado de cara. Embistió sin
celo a los capotes, en el tercio de varas dejó clara
su mansa condición, rehuyendo de la pelea y saliendo suelto.
Animal muy pegado al piso. En la muleta embistió soltando la cara,
sin humillación ni entrega. Sin fijeza y ayuno de casta este primero, con
un peligro sordo ya que nunca fue metido en la muleta.
2º, de Dolores Rufino,
«Manijero”, castaño de 501 kilos para Francisco José Espada
Tuvo nobleza este segundo en los primeros compases de la faena. Animal
con movilidad pero al que le faltó humillar, peco de falta de clase ya que
nunca embistió entregado y buscando los engaños por abajo.
Conforme avanzó la faena el de Rufino se empezó a quedar corto. Meritoria
faena de Espada ante un novillo con sus teclas, nada fácil.
3º, de El Montecillo,
«Perezosa”, castaño de 501 kilos para Joaquín Galdós
Basto, con cuajo y seriedad este tercero. Nunca humillo, siempre con la
cara a media altura. Falto de casta y raza el tercero. Espada no tuvo opciones ante
un animal que nunca embistió, de áspera y reservona embestida. Muy
deslucido el del montecillo.
4º, de El Montecillo,
«Cocodrilo”, colorado de 530 kilos para Martín Escudero
Otro animal basto de hechuras y atacado de kilos. En los primeros tercios
no quiso ninguna pelea, llegando incluso a saltar al callejón.
En la muleta tuvo movilidad y emoción el del montecillo. Novillo al que le
faltó humillación y entrega, aunque manso tuvo cierta movilidad
y transmisión en sus embestidas.
5º, de El Montecillo, «Narrador”,
negro de 538 kilos para Francisco José Espada
la tarde. Tuvo cierta nobleza y humillación en el capote de Espada. En el
caballo empujó con celo pero salio suelto, en el segundo y tercer puyazo
no se dejó picar. Legó a la muleta con prontitud el animal, tuvo la cualidad de
la humillación y la entrega en sus primeros muletazos. Conforme avanzó la faena
y el novillo se sintió podido empezó a reponer y quedarse mas cortó.
Animal mansito pero con un puntito de casta.
6º, de Dolores Rufino,
«Reloco”, castaño de 465 kilos para Joaquín Galdós
Tuvo movilidad y nobleza en el capote, mantuvo el galope en el tercio de banderillas llegando a la muleta con serias opciones de triunfo. Tuvo calidad y gran humillación en las primeras tandas, siempre queriendo coger los engaños por abajo. Por el izquierdo el animal tenia peor condición, se quedaba corto y reponía. El novillo duró tres tandas, se vino a bajo y empezó a desarrollar sentido. Novillo noble pero de escasa duración.