PLAZA MÉXICO

Un entradón en el Embudo al reclamo de Roca Rey


martes 4 febrero, 2025

Andrés Roca Rey hizo historia en la Monumental Plaza de Toros México al cortar cuatro orejas y un rabo en una tarde de máxima entrega

Entrada
El entradón en La México.

Andrés Roca Rey hizo historia en la Monumental Plaza de Toros México al cortar cuatro orejas y un rabo en una tarde de máxima entrega, conectando con el público de manera arrolladora. El torero peruano, que llegaba con gran expectación a la capital mexicana, demostró su dominio, valor y capacidad de improvisación frente a dos toros de Xajay, dejando una de sus faenas más memorables en el coso de Insurgentes.

Desde su primer toro, Roca Rey dejó claro que venía a por todas, sometiendo a «Gamucita» con suavidad y temple, y posteriormente, en su segundo astado, desató la locura con un toreo de máxima expresión, culminando con una estocada certera que le valió el reconocimiento del público y el rabo del toro.

El torero limeño se mostró emocionado al recibir el reconocimiento del público, fundiéndose en un abrazo con su hermano y dejando imágenes imborrables para la historia de la Monumental.

A continuación, detallamos el desarrollo de su actuación:

Primer toro: «Gamucita» de Xajay

Roca Rey arrasa en su primer toro en La México: faena de entrega y rotundidad

El primer toro del lote de Andrés Roca Rey, de la ganadería Xajay, llevó por nombre «Gamucita», un cárdeno serio de presentación que dejó entrever su temple y ritmo desde los primeros compases.

Desde el inicio, Roca Rey mostró su concepto con un saludo a pies juntos, combinando verónicas suaves con chicuelinas llenas de cadencia, para cerrar con una larga a una mano con gran empaque. El quite fue puro compás y torería, dejando al toro colocado con soltura y temple en el caballo, donde Sergio Molina ejecutó un puyazo ortodoxo y preciso que fue reconocido con una ovación por parte del respetable.

El quite de Roca Rey, desde los medios, llegó con chicuelinas llenas de ajuste y reunión, dándole tiempo al toro, dejándoselo llegar y encontrándose con él en un precioso remate con una larga enroscada y circular que calentó los tendidos. El toro tenía transmisión y alegría en las embestidas, condiciones que el limeño supo leer a la perfección.

Con la muleta, la explosiónRoca Rey citó de rodillas desde los medios, pasándose al toro por la espalda hasta en dos ocasiones, haciendo rugir La México. Le dio tiempo y distancia para estructurar la faena y afianzar la embestida. La segunda tanda por la diestra fue de máxima conexión, ligada en un palmo de terreno con una transmisión brutal, desatando la emoción del público.

Por el pitón izquierdo, el de Xajay soltaba más la cara, punteando las telas y exigiendo el máximo del torero. Roca Rey, con su maestría, volvió a la diestra para dejar una tanda de mayor temple, profundidad y reunión, llevando la embestida hasta detrás de la cadera.

El toro comenzó a buscar tablas y, en ese terreno, el peruano remató con un circular completo por el izquierdo, cambiando la mano en un alarde de dominio y encendiendo la Monumental. Para cerrar la faena, se ajustó en unas bernadinas de infarto que cortaron la respiración del público antes de entrar a matar. Gran estocada y dos orejas de ley en una faena de máxima entrega.